1- “En Argentina la derecha es una ficción de la izquierda. No hay nadie que se diga ‘soy de derecha’. Sería como decir me gusta agarrar bebés y reventarlos contra el piso. Creo que hoy en día izquierda y derecha no son categorías orientadoras, no sirven para explicar nada”.

2- “Tal vez no hay un programa del PRO ni tratados escritos. Sino algo que es más saludable, una posición existencial. Cómo trata Macri a los demás, como se considera a sí mismo. Ni Mauricio ni el equipo tiene un estilo muy pretencioso, narcisista, sino que es un equipo humano de mucha sencillez”.

3-  “Mauricio hace 20 años que hace psicoanálisis y no me parece menor. Lo digo con orgullo, debe ser el único presidente argentino que ha hecho tanto tiempo psicoanálisis. Lo que implica involucrarse en un proceso de años de trabajar sobre sí mismo y de intentar conocerse e intentar darle vuelta a las cosas me parece que es un buen signo”.

4- “Mucha gente de este equipo, que lo conocen bien, dicen que ha cambiado mucho, yo no lo creo. Lo veo como siempre, de buen humor, relajado, incluso siendo presidente”.

5- “Me gusta pensar en el objetivo de la presidencia como una mutación psicológica de Argentina. Hay que curar un país que históricamente está muy acostumbrado al autoritarismo, a la corrupción, al ventajismo. Ahora estamos en una Argentina nueva”.

6- “El argentino ha sido tradicionalmente una personalidad que se victimiza. Necesita e idolatra a los enemigos. Nosotros no. También tenemos que superar la valoración de la tristeza como la posición verdadera, que tiene que ver con el tango. Vas a ver, al final siempre te cagan. Esa es la filosofía de una vieja Argentina”.

7- “Creer que la inteligencia es ejercer pensamiento crítico para mí es una idiotez. Si la crítica fuera un factor tan importante de crecimiento, la Argentina sería un país más desarrollado que Estados Unidos”.

8- “Llama la atención de que un año después de la llegada de Macri, aunque el año fue malo, la gente sigue acompañando. Es un paso de madurez que me parece auspicioso”.

9- “(Sobre las medidas del Gobierno) Es como un gordo que va al gimnasio. El primer mes está todo dolorido y sigue pesando lo mismo. Estaba mejor antes, piensa. Pero no, gordo, para bajar 50 kilos tenés que estar un año o dos años. Sincerar las cuentas y limpiar la corrupción y la mentira implica pasar un mal año y probablemente este año tampoco va a ser lo ideal.

                                                               fuente:INFOBAE