Susana escuchó por teléfono el momento en el que asaltaban a su marido y sus hijos para quitarles el vehículo.

En la tranquilidad de la tarde del domingo, Ernesto regresaba en su camioneta a su casa de Balcarce y Mendoza junto dos de sus hijos, de 8 y 10 años. Mientras estacionaba, hablaba por teléfono con Susana, su mujer, que por ese entonces estaba llegando a Buenos Aires lista para empezar a cumplir con obligaciones laborales a partir del día siguiente. La idea del hombre era descender unos breves instantes para dejar algunas cosas en casa y seguir viaje. Por eso, dejó la llave puesta mientras seguía al teléfono y trasladaba sus pertenencias.

En ese instante, dos delincuentes irrumpieron en lo que era una escena cotidiana. Uno, a punta de pistola, empujó a Ernesto con su arma mientras el otro se metía rápidamente en el vehículo. Dieron marcha al motor, y huyeron a toda velocidad.

Mientras esto ocurría, su esposa escuchaba todo en su celular. “Escuché la frenada, los gritos, la corrida, y a todo esto yo no sabía si los chicos estaban adentro de la camioneta o no”, cuenta Susana, aún con voz temblorosa.

“Había algunos vecinos que vieron lo que pasó, y estaba un conocido en su camioneta, por lo que pudieron perseguirlos durante algunas cuadras. Los ladrones casi chocaron en varias ocasiones, pero finalmente siguieron e ingresaron a la zona de San Cayetano, donde ya los perdieron”, añade.

Pasados algunos minutos, hicieron la denuncia en la comisaría primera y en la Brigada, donde no obtuvieron respuestas ni contención. También llamaron al 911, donde la cosa fue distinta. “Se presentaron rápidamente, comenzaron la búsqueda y a partir de ahí estuvimos siempre en contacto, nos llamaron en varias ocasiones para contarnos lo que estaban haciendo y preguntar por nosotros, realmente se portaron muy bien”, destaca la mujer que no dudó un segundo en tomar el primer avión del día siguiente para regresar a la provincia.

Consciente de la potencialidad de las nuevas herramientas de comunicación, junto a sus amigos y familiares inició una campaña en Facebook que rápidamente se trasladó a grupos de Whatsapp. Con una foto del vehículo y una breve explicación de lo ocurrido más su número de teléfono bastó para que la historia se escurra por todos los rincones de la provincia.

Y así apareció. “En la tarde del lunes una señora me llamó para decirme que había una camioneta con las mismas características de la de la foto, abandonada desde la noche anterior, en la esquina de Asunción e Italia. Nosotros estábamos cerca así que fuimos a ver y nos dimos con que efectivamente era esa”.

Lo siguiente fue dar aviso en la comisaría correspondiente, la sexta. Pero la situación fue similar y la respuesta tardaba en llegar, así que se acudió nuevamente al 911. “Otra vez llegaron muy rápido y con buena predisposición. Eran dos muchachos que venían de hacer una persecución pero que inmediatamente se pusieron a trabajar por nosotros”.

Una nueva modalidad

El vehículo estaba sin patente, sin estéreo y sin auxilio. “También intentaron sacarle nafta, pero en este tipo de camionetas no se puede”, destaca Susana.

La sorpresa más grande fue encontrar en el interior del coche carteras y documentos de distintas personas. Allí los efectivos policiales le comentaron a la mujer sobre una nueva modalidad delictiva. “Roban autos en la zona del centro, y luego los usan para cometer arrebatos. Después, abandonan el vehículo y las pertenencias que no les sirven de las personas a las que asaltan. Los policías nos comentaron que es algo que está pasando cada vez más”, agregó una mamá ahora reconfortada de estar en su casa y con los suyos.

Contamos a nuestros lectores que el primer medio en hacerse eco del pedido fue ELSIGLOWEB.COM quien el domingo a la noche realizo la publicación de este caso.