
ESCUELA DE LA PATRIA – LEGADO BELGRANIANO
Antecedentes:
La Asamblea General Constituyente premia al Gral. Manuel Belgrano por sus triunfos en las batallas de Tucumán y Salta con 40.000 pesos fuertes. El abogado devenido en militar decide aceptar la recompensa, pero donándola, el 31 de marzo de 1813, para la construcción de cuatro escuelas a favor de las provincias de Tarija (hoy Bolivia), Jujuy, Santiago del Estero y Tucumán, afirmando que: “ni las virtudes ni el honor pueden ser compensados en dinero sin degradarlos”. A cada una de las provincias beneficiadas, debía adjudicarse 10.000 pesos fuertes, equivalentes a unos 18 kg de oro1 por establecimiento. Con el tiempo tres de las escuelas se construyeron, menos la de Tucumán, ya que, por distintas circunstancias, los gobiernos que se sucedieron hasta la organización nacional y posteriormente a ella, jamás remitieron a nuestra provincia ni un peso del dinero adjudicado a Belgrano y donado por éste a los fines mencionados.
Durante mi gestión como Diputado de la Nación, presenté un proyecto de ley para conseguir la correspondiente reparación mediante el reconocimiento de la deuda por parte de la Nación, logrando se incluyeran en las leyes que sancionaron los presupuestos de 1994, 1995 y 1996, partidas de $1.000.000 cada una, equivalentes a dólares en esos años, para el inicio de las obras, que tanto Ramón Bautista Ortega como Antonio Domingo Bussi, gobernadores de Tucumán, dejaron vencer por distintos motivos.
La indemnización entonces, calculando intereses por casi 200 años más capital, se estimó en unos US$ 5.000.000. No obstante terminar mi segundo mandato en diciembre de 1995, junto a la investigadora Marta Dichiara, el Arq.Guido Gómez y otros tucumanos integrantes de la Comisión Histórica, continuamos gestionando por el efectivo y pleno cumplimiento del legado belgraniano.
Mi experiencia y capacidad de gestión desarrollada por años de vinculación con la administración del Estado, en éste caso con el Poder Ejecutivo Nacional, junto a la decidida participación y compromiso de Héctor Partridge, Ministro de Educación de la Provincia, y la inquebrantable voluntad de los miembros de la Comisión Histórica, permitieron, luego de 185 años, se lograra que el Ministerio de Educación de la Nación en 1998, remitiera a nuestra provincia la suma de US$ 1.930.00 que cubría aproximadamente, la mitad del presupuesto total de la obra, aprobada por el referido organismo, y alcanzaba para ejecutar solo la primera etapa de ella.
El Ministerio de Educación de la Nación llamó a licitación pública por esa primera etapa, y se adjudicó a una empresa que cotizó los trabajos en $1.630.966. Años después, durante la gestión de José Jorge Alperovich, se obligó a la provincia devolviera el remanente de $299.033 retenidos durante su gestión como Ministro de Economía de Julio Miranda en 2002, ya devaluados, en obras dentro del mismo edificio escolar, y hasta allí se pudo avanzar.
Es decir, se tiene un edificio a medio construir, en el que cursan casi 3.500 alumnos entre los turnos mañana y tarde, y entre los niveles de primaria y secundaria. Un edificio que debería ser orgullo no solo para los tucumanos sino para la Nación toda. Punto de encuentro y honra al prócer de la Patria que murió en total pobreza, marginado del escenario institucional de entonces, luego de servir sin condiciones a la causa de la independencia.
Faltan aulas, bibliotecas, laboratorios, espacios de uso múltiple, sectores para deportes, baños, dependencias para los docentes, aulas especiales, el monumento al Ejército del Norte, etc., todo previsto y aprobado oportunamente por los responsables técnicos y políticos del Ministerio de Educación de la Nación en 1998, pero luego negado, desechado o desestimado por sus funcionarios, conforme al cambio de orientación de los gobiernos que se sucedieron, como si el dinero de Belgrano fuera de ellos. Como si honrar su memoria no fuera o no debiera ser una obligación de todos en todos los tiempos.
En efecto, la Comisión Histórica del Legado Belgraniano remitió notas en octubre de 2003 al secretario General de la Presidencia, Dr. Oscar Parrilli, y el 9 de julio de 2004 al entonces Presidente Néstor Kirchner en oportunidad de su visita a Tucumán, reclamando los fondos para concluir la obra. Lamentablemente, en ambos casos, las presentaciones giradas al Ministerio de Educación de la Nación fueron informadas por un mismo funcionario, el Arq. Agustín Garona, quién aseguró que ya se habían construido las dos etapas de la escuela. Aseguró que la escuela está concluida, pero aclara, que no puede explicar por qué nunca se entregó el certificado final de obra.
Lo cierto es que solo se remitió el dinero para la primera etapa de la obra; que solo se efectuó un único llamado a licitación por los medios escritos de comunicación, para la construcción de esa etapa y, como no pudo ser de otra manera, es lo único que se construyó. Nunca hubo dinero para más. En ese sentido se expresó en el diario La Gaceta de Tucumán el 20 de junio de 1998, el entonces Presidente de la Nación Carlos Saúl Menem, mediante una solicitada al manifestar su satisfacción por comenzar a saldar la deuda con el pueblo tucumano.
Con posterioridad a las gestiones del 2004, unos seis años atrás, la Comisión Histórica continuando con sus gestiones, recurrió ante Ramiro González Navarro y Silvia Perla Rojkés, Secretario General y Ministra de Educación, respectivamente, del Gobernador José Alperovich, para poner nuevamente la cuestión de la Escuela en la agenda institucional del Gobierno provincial. Por esa iniciativa se retomaron las tratativas con el Ministerio de Educación de la Nación, y se presentó nuevamente la documentación técnica y el presupuesto de la segunda etapa pendiente de la obra, calificándola como prioritaria para la provincia, sin que, hasta el presente, el trámite hubiera alcanzado un nuevo avance.
Observaciones adicionales:
Al momento en que se concluía esa primera y hasta aquí única etapa de la Escuela de la Patria, el Gobernador Bussi dispuso que el edificio fuese ocupado en su sector primario, por parte del alumnado de la Escuela Gral. Belgrano, cuyo edificio estaba en ruinas. Además, respecto a las instalaciones dispuestas para el funcionamiento del nivel secundario, autorizó su uso a la Escuela de Comercio 3 que no contaba ni cuenta con edificio propio. Es decir, que tras el trabajo descrito y a pesar de la explicita voluntad del prócer, ningún alumno ingresa ni egresa de la Escuela de la Patria construida hasta aquí con parte de su donación devuelta.
Tampoco la Legislatura de Tucumán modificó o actualizó la Ley de creación de la Escuela de la Patria, que disponía ponerla en planta, en diciembre de 1975.
Lo que debió ser una nueva oferta en calidad educativa signada por las instrucciones de Belgrano y cantidad de lugares para abarcar una mayor asistencia de niños y jóvenes necesitados de la educación pública, se convirtió por desinterés y comodidad de los funcionarios, en una espuria solución para dos escuelas extrañas.
Desde el inicio de la gestión del actual Ministro de Educación de la Provincia, Juan Pablo Lichtmajer, nunca fueron recibidos los miembros de la Comisión Histórica para plantear estos temas, no obstante, los innumerables pedidos de audiencia al funcionario. Tampoco el funcionario se interesó en la gestión de la reparación adeudada ante el gobierno nacional, aunque se dedica cada tanto, a gesticular histéricas confrontaciones con esa administración.
Avance de la documentación técnica para el completar la construcción de la Escuela de la Patria:
El proyecto de la 2 da etapa del Edificio está en preparación en la Subdirección de Infraestructura del Ministerio de Educación de la Provincia, habiéndose incluido en el Programa Nacional de la Dirección de Infraestructura Escolar del Ministerio de Educación de la Nación ¾ metas de fortalecimiento de la Escuela Media de 2012 ¾. Estas metas están suspendidas desde el 2014, quedando éste proyecto y los de otras escuelas secundarias sin definición sobre su materialización.
La 2da etapa consiste en la terminación del edificio para la Escuela Secundaria, pero deja sin completar la Escuela Primaria, a la que falta infraestructura como aulas comunes y especiales; tampoco se incluyeron para bajar costos ¾ hecho lamentable¾, el Área histórica y conmemorativa del Prócer donante.
Proyecto de ampliación para la Escuela Secundaria:
En Planta Baja del edificio, se adicionan 2 (dos) aulas comunes con galería cubierta de conexión hacia patios; en el edificio que contiene solo aulas especiales se completan los locales de servicios que no se contaban. Se ha contemplado una ampliación de sanitarios para incorporar los vestuarios; también, sala multimedia y sala para actividades artísticas. En Planta Alta, se agregan 2 (dos) aulas comunes con galería cubierta central, 1 (una) sala para Profesores, 1 (un) local para centro de Estudiantes y 1 (un) local para Preceptoría. Equipamiento edilicio: los espacios abiertos se completan con: · Áreas para desborde y espacios para recreación: resueltas entre las áreas de los volúmenes. · Área deportiva, recreativa y cultural: resuelta sobre el lado sur del predio. · Iluminación del conjunto. Obras para completar Escuela Primaria: · Aulas comunes y especiales. ·Instalación eléctrica. ·Sanitarios. · Sector Administrativo. · Aulas Especiales: · Galerías cubiertas: · Paramentos.
Área histórica y conmemorativa:
En esta zona de la ciudad, que es donde se desarrolló la Batalla de Tucumán; la planificación urbana ha definido un boulevard circulatorio que se extiende por 3 manzanas sobre la calle Gral. Lavalle; con una plazoleta central y un conjunto de espacios y plazas. En un extremo la plaza conmemorativa del Gral. Belgrano; en el centro, el predio destinado a la Escuela y en el otro extremo la plaza conmemorativa del General José de San Martín. El boulevard se destinó también a instalar bustos de próceres latinoamericanos.
Descripción de áreas conmemorativas:
Tratamiento sobre calle Lavalle y centro de manzana: Construcción de espacios pedagógicos, recreativos y de ceremonias; para lo cual se proyecta tratamiento arquitectónico para el espacio de retiro del edificio sobre esa calle. Esto incluye un ingreso público pero controlado hacia la peatonal central que es el área conmemorativa del conjunto.
Tipología constructiva para las ampliaciones: debe asimilarse a la edificación existente.
Por : MIGUEL CAMEL NACUL
Abogado, escritor, politico
Ex-diputado nacional periodos 1987 -1995