Lo dieron por muerto el jueves, pero no. Se trataba de un homónimo. Así que Roberto Espeche Trápani de profesion escribano, devenido vendedor de libros, decidió contar detalles de una reunión muy comentada por estos días en Tucumán de la que fue testigo directo: el encuentro entre el juez Enrique Pedicone y el vocal de la Corte Suprema de Justicia de Tucumán Daniel Leiva en el bar Ohana, esa que este último jura que nunca sucedió, según publica este martes el diario La Gaceta.
Conocido en la zona de barrio Norte por su permanente deambular dedicado a la venta de libros de su autoría, el testigo asegura ser el dueño de la voz que se escucha al principio de la grabación que el juez de segunda instancia, presentó como prueba de su denuncia contra el miembro del Máximo Tribunal, a quien acusó de tráfico de influencias.
El escribano Espeche Trápani recuerda claramente que esa mañana del 28 de julio entró como tantas otras veces a la cafetería para ofrecer rifas de sus obras entre los parroquianos. Dice haber reconocido a Pedicone porque ya le había comprado libros en otra ocasión, y se decidió a probar suerte, sosteniendo la conversación que se escucha al principio del audio.
Lo que sigue en el registro sonoro, el pedido de Leiva a Pedicone para que “manejara la intensidad” del proceso contra el legislador Ricardo Bussi por abuso sexual y estafas, sacudió hasta los cimientos al Poder Judicial y convirtió al escritor itinerante en el objetivo de la presquisa periodística para tratar de confirmar el encuentro entre los magistrados.
Pero el escribano Espeche Trápani, quien arrastra las secuelas de un traumatismo encéfalocraneano, escuchó en principio el consejo de su abogado, de su hermano y hasta el de su editor, quienes le recomendaron guardar silencio y abstenerse de escribir sobre lo que vio aquella mañana en una mesa del bar de Corrientes y Junín.
Pero ahora que volvió a la vida tras la confusión de nombres de la semana pasada, decidió revelar que es una de las personas que puede confirmar que la reunión en Ohana existió y que el audio, que la fiscal Mariana Rivadeneira y el juez Francisco Pisa excluyeron como prueba, es legítimo.
De paso confirma lo que a estas alturas parece una obviedad: nadie del Ministerio Público Fiscal se puso en contacto con él para consultarle lo que ahora decidió revelar.
Recordemos que en una entrevista con radio ciudad , el escribano Espeche Trapani, dijo no recordar quienes estaban en esa reunión.
fuente: lagaceta, contexto