Parece simple, pero es altamente efectivo.
Abrir y cerrar la puerta del acompañante unas cinco o seis veces antes de subir reducirá notoriamente la temperatura.
En Japón hicieron una prueba y demostraron que, en un auto con temperatura interior de 41,6 grados, abrir y cerrar la puerta bajó la misma a 33,5.
Otros tips para mantener el auto fresco:
No estacionar al sol: siempre que se pueda, se recomienda dejar el auto a la sombra.
Colocar parasoles en parabrisas y luneta: son efectivos para aminorar el ingreso de los rayos solares al interior del vehículo.
También ayudan a conservar en buen estado los materiales del puesto de conducción.
Usar protectores de volante: si el auto quedó expuesto al sol mucho tiempo, la temperatura del volante puede superar los 70 grados.
Dejar las ventanillas levemente abiertas al estacionar: permitirá la circulación del aire y, por ende, que baje el calor adentro del auto.
Eso sí: aumenta el riesgo de robo.
Circular las primeras cinco cuadras con el aire prendido y las ventanas abiertas: si el auto quedó cerrado, se recomienda facilitar el cambio de aire de esta manera.
Luego, subir los vidrios y dejar el aire encendido.
Consejos para manejar en días de calor
Hidratarse bien: antes y durante la conducción, se recomienda ingerir agua.
Evitar horarios picos, como el mediodía: siempre que se pueda, no exponerse a este momento del día.
No ingerir alimentos de altas calorías: aumentará la sensación de pesadez y somnolencia.
Usar ropa suelta, de tela liviana y clara: el conductor podrá sentirse más fresco.
No utilizar ojotas: son peligrosas para la conducción
No abrir el techo solar: el auto debe circular siempre totalmente encapotado.
Programar paradas de descanso: ante síntomas de cansancio o en viajes largos, se recomienda detenerse, refrescarse y luego continuar.