Argentina, sin Lionel Messi, sancionado de oficio por la FIFA con cuatro jornadas de suspensión, perdió ante Bolivia por 2-0 en los 3.600 metros de altura sobre el nivel del mar del estadio Hernando Siles de La Paz, partido que abrió la 14ta. fecha de la Eliminatoria Sudamericana para el Mundial de Fútbol Rusia 2018.
Los goles del equipo que dirige Mauricio Soria los convirtieron Juan Carlos Arce (30m. PT) y Marcelo Moreno Martins (7m. ST).
Argentina, con la derrota (la cuarta en el torneo), se quedó con 22 puntos; mientras que Bolivia, con la victoria (la tercera) alcanzó las 10 unidades.
El seleccionado que dirige Edgardo Bauza, lejos de su mejor versión futbolística, sufrió los primeros 25 minutos, donde su rival le generó tres chances y la defensa mostró serias fallas, pero luego se acomodó y dispuso de tres ocasiones para abrir el marcador.
De hecho, en el mejor momento de Argentina, llegó el gol de Bolivia: centro desde la derecha de Pablo Escobar y cabezazo de Arce (le ganó en el salto a Facundo Roncaglia) para vencer a Sergio Romero, quien tuvo responsabilidad ya que se resbaló inexplicablemente y perdió ese segundo clave para evitar la caída de su arco.
El equipo boliviano, con un 4-3-3 flexible, tuvo en Alejandro Chumacero a su conductor, y en Escobar y Arce a sus mayores armas ofensivas.
Y sin brillar inquietó a Romero: Arce, a los 14 y 23 minutos, y Raúl Castro, a los 17, generaron los primeros tres alertas y el propio Arce, a los 30, marcó el 1-0.
Previo a eso, Argentina, con un 4-4-2, avisó con Ángel Di María, a los 25 y 28 minutos, y con Éver Banega, a los 26, aunque sin tener volumen de juego ni fútbol asociado.
Es que al elenco de Bauza le costó muchísimo hacer pie, tanto en defensa como ataque, en la altura y en un campo de juego blando por la lluvia.
Los centrales, Mateo Musacchio, Ramiro Funes Mori, fallaron más de lo que acertaron, Marcos Rojo, por la izquierda perdió más de lo que ganó ante Escobar, y Roncaglia se durmió en el gol de Arce.
El mediocampo tampoco estuvo a la altura, ya que salvo Guido Pizarro, el único que entendió el partido, el resto cometió demasiados errores: Enzo Pérez no aportó nada en la marca y menos en la gestación del juego y Banega tuvo serios problemas para manejar y dominar la pelota.
Así todo quedó librado a algunos destellos de Di María, un escalón por debajo de Pizarro, y Ángel Correa. Y Argentina tuvo sus chances, pero las dilapidó.
En el comienzo del segundo tiempo llegó el segundo mazazo: otra falla de la defensa (a esta altura con Matías Caruzzo en lugar del lesionado Funes Mori), una nueva duda de Romero y Moreno Martins puso el 2-0.
Bauza, ante este panorama, mandó a la cancha a Sergio Agüero por Correa, pero nada cambió demasiado. Un remate de Lucas Pratto, a los 17 minutos, y un disparo de Marcos Acuña (reemplazó a Pérez y jugó muy bien), a los 25, fueron las llegadas argentinas.
Más allá de eso, la derrota fue justa, Bauza (si sigue en el cargo) deberá replantearse muchas cosas de cara al futuro (sin Messi), porque ni siquiera el triunfo sobre Chile por 1-0 del jueves dejó aspectos positivos para alimentar la ilusión de llegar a Rusia 2018.