Los ladrones, que dijeron ser policías, redujeron a toda la familia y mostraron armas. El vehículo apareció horas después, abandonado. En cuatro días, irrumpieron al menos en tres casas de la zona para robar.
Dos ladrones están siendo rastreados porque el martes a la siesta irrumpieron armados en una casa de Las Talitas, se llevaron una millonaria suma de dinero y una camioneta, que ayer apareció abandonada. Fuentes del caso explicaron que se está rastreando un botín de casi $ 2 millones.
El golpe ocurrió alrededor de las 16 en la manzana 21 del barrio Soeme, cuando dos hombres tocaron la puerta de la vivienda y se presentaron como policías, según se denunció. Luego irrumpieron bajo la amenaza de matar a toda la familia y fueron directamente hacia el dinero. Por último, subieron a la Ford Ranger de la víctima y escaparon sin llamar la atención. “Yo estaba pintando un camión a 30 metros; si bien estaba con música, no vi nada raro. Sí me acuerdo que había un muchacho en la puerta, pero como en esa casa hay una peluquería, no le llevé el apunte”, advirtió un vecino, que prefirió no dar su nombre por temor a represalias.
Las victímas explicaron que por el momento no podían decir nada por orden de la Policía. Sin embargo, se pudo saber que ninguna de las personas que estaba en la vivienda -una pareja joven y sus hijos pequeños- resultó herida. El hombre explicó a la Policía que se dedica al negocio de la carne y que hacía poco que había cobrado ese dinero.
La camioneta apareció abandonada ayer en la zona norte de la capital tucumana, en el límite con Alderetes. Personal de la Motorizada del 911 la halló estacionada cerca de una empresa constructora, en un camino que sólo utilizan los camioneros que entran y salen de allí. Según se sospecha, podría haber sido usada para cometer otro asalto.
Los vecinos tomaron el hecho con una mezcla de resignación y sorpresa. Según explicaron, en la zona siempre hay asaltos y robos, pero en los últimos días notaron que los delitos fueron subiendo de tenor. Todos los consultados se habían enterado por los medios que a pocas cuadras de allí, en la manzana 17, alguien había desvalijado una casa el sábado y se había llevado unos $ 200.000. Y ni siquiera allí terminaron los ataques.
“El lunes me rompieron una tela mosquitera que tengo puesta en la verja, saltaron hacia adentro y me robaron una hidrolavadora. Nosotros estábamos adentro, durmiendo”, relató Daiana Aguilar, quien vive a dos casa de la vivienda donde ocurrió el robo millonario. Según explicó, todo el vecindario se sorprendió al ver llegar a varias patrullas a investigar el último golpe. “Esa noche no podía dormir porque ladraban todos los perros de la cuadra. Está habiendo muchos robos”, agregó la muchacha.
“Estaba volviendo del dispensario como a las 17 y me encontré con muchos policías en la cuadra”, dijo Ana Rodríguez. Cuando se le consultó sobre la inseguridad, con una sonrisa mostró una tijera que llevaba en la mano. “Es que recién me tocó la puerta mi cuñado y no sabía quién era. Esta es una zona roja, señor; todos hemos sufrido robos y asaltos”, advirtió.
fuente:LA GACETA