Garavano le pidió datos sobre las coimas; la OA y el procurador del Tesoro endurecieron su postura
Con resistencias en el interior del Gobierno, el ministro de Justicia, Germán Garavano , se reunió ayer, por tercera vez, con emisarios de Odebrecht. Según fuentes gubernamentales al tanto del encuentro, el Poder Ejecutivo le hizo una contraoferta a la empresa y le dio un “ultimátum” para que responda si acepta, o no, las condiciones que quiere imponer el Poder Ejecutivo para un acuerdo.
Según informó en un comunicado oficial el Ministerio de Justicia, Garavano pidió “la lista” de los receptores de las coimas. Señalaron que el encuentro se enfocó “no en los procesos penales”, sino en la cuestión administrativa y civil para que el Gobierno “recupere los activos” producto de las maniobras espurias.
“No fue una reunión fácil, porque la empresa insiste en no ser perseguida por la Justicia”, reconocieron en el entorno de Garavano. Al encuentro asistió un abogado y un gerente de Odebrecht.
La reunión, en tanto, estuvo teñida por la intransigencia de algunos funcionarios que no quieren ceder, ni un milímetro, ante las pretensiones de la gigante brasileña. La Oficina Anticorrupción, conducida por Laura Alonso, desistió de continuar en la negociación y pegó el faltazo a la reunión de ayer.
“No hay conversación posible con Odebrecht. Consideramos que debemos apartarnos de las reuniones porque vamos a ir por la vía judicial. Estamos trabajando en los petitorios que vamos a hacer para ser querellantes en las causas de Lava Jato“, señalaron a LA NACION fuentes del organismo de control.
El procurador del Tesoro, Bernardo Saravia Frías, en tanto, participó del encuentro, pero exhibió una postura rígida: explicitó que la única vía es que la empresa se adapte a lo que pide el Gobierno y no al revés. Se trata del funcionario que debe mesurar el daño que Odebrecht le causó al Estado, fijar el monto de la “multa” y, eventualmente, iniciar acciones legales contra la empresa en el ámbito civil.
Posturas encontradas
Odebrecht pide que el Gobierno lo habilite a continuar con las obras en marcha -en particular con el soterramiento del Sarmiento- y a tener inmunidad judicial. Sólo así ofrece dar datos de las coimas.
Ayer, en la reunión, el Gobierno puso sobre la mesa su respuesta. En primer lugar, dijo que las pretensiones de Odebrecht son “inadmisibles” e ilegales. En segundo término, pidió que la empresa firme una “carta de intención” en la que se comprometa a otorgar documentación y datos de los ilícitos para colaborar con el procurador del Tesoro y a hacer un depósito de US$ 35 millones, a cuenta de la futura multa.
“Hay que dejarles en claro que ellos representan a una empresa corrupta y decirles «te dejo seguir trabajando en la Argentina, pero bajo nuestras condiciones»”, dijo uno de los emisarios del Gobierno, partidario de la postura dura. Y agregó: “Ahora ellos son los que tienen que responder por sí o por no”.
En la empresa ayer se negaron a emitir comentarios sobre el curso a seguir. ¿Qué ocurre si no se llega a un acuerdo? El Poder Ejecutivo podría iniciar acciones civiles contra Odebrecht, tomar medidas cautelares para “recuperar lo robado” y dar de baja los contratos vigentes.
Tras la reunión, Garavano viajó ayer a los Estados Unidos para aceitar la colaboración en el marco de la operación Lava Jato. Tiene agendadas reuniones con el fiscal general Jeff Sessions y con fiscales del distrito este de Nueva York que investigaron a Odebrecht. Saravia Frías, en tanto, programó un viaje a ese país para el 15 de junio para seguir buscando datos del capítulo argentino de los sobornos.
FUENTE: LA NACION