El auto que trasladaba al presidente Mauricio Macri en su visita a La Pampa sufrió agresiones en tres oportunidades, siempre a manos de un reducido grupos de personas, identificadas con banderas de los pueblos originarios, que arrojaron huevos a la comitiva del mandatario.
Pese a que el jefe de Estado era escoltado por vehículos de la Policía Federal, el pequeño grupo de manifestantes pudo arremeter contra el Audi gris sin impedimentos.
Fuentes del gobierno nacional indicaron que esta mañana, previo a la visita de Macri, personal de la Casa Militar mantuvo un encuentro con Juan Carlos Tierno, el ministro de Seguridad del gobernador pampeano Carlos Verna, para coordinar el recorrido que haría el Presidente, un procedimiento habitual en este tipo de ocasiones.
Los lugares más complicados, indicaron las fuentes, suelen ser aquellos en los que los vehículos deben reducir la velocidad, como la rotonda cercana a la salida del aeropuerto pampeano. Allí, y pese al operativo previamente acordado, se registró el primer ataque contra la caravana presidencial.
Una vez ocurrido el episodio, la policía que encabezaba la delegación decidió cambiar el camino preestablecido, y en ese trayecto, supuestamente alternativo, se produjo una nueva agresión, similar a la primera, con huevazos e insultos.
Superado esta segunda agresión, Macri visitó a una panadera que lo había contactado a través de Facebook y luego partió a encabezar el acto central de su visita, en el club El Fortín de Santa Rosa. Antes de llegar allí se registró el tercer y último ataque. Una vez en el evento, y mientras pronunciaba su discurso, una persona del público lo increpó al grito de “¿Y de los mapuches qué nos dice?”.
Ante esto, Macri respondió: “También los mapuches y todos los pueblos originarios tienen que tener una oportunidad, una oportunidad de trabajar”, para luego ser respaldado por los presentes que gritaron el tradicional “Sí, se puede” del frente oficialista.
Junto al Presidente estuvieron el diputado nacional y candidato a renovar su banca Martín Maquieyra; y el secretario de Deportes, Carlos Mac Allister.
“Ellos no quieren cambiar, quieren que las cosas sigan igual. El Presidente viene porque quiere que La Pampa salga para adelante”, señaló el joven postulante de 28 años, quien advirtió sobre “el miedo” del peronismo local.
fuente: contexto
Los zafados de siempre.
De esos hay muchos en la Argentina.
Generalmente es xq no quieren trabajar.