Contrabandeaban medicamentos que conseguían más baratos en Chile para comercializarlos en Argentina. Si los precios les convenían, también exportaban, evadiendo los controles, hacia Bolivia. Y si la mercadería se vencía, adulteraban la fecha de expiración, para que continúe en el mercado.
En términos generales, de esto se trata la investigación de la Justicia federal de Córdoba, que mandó a la cárcel a siete personas de Córdoba y Tucumán acusadas de montar una organización criminal, en la que entrecruzaban actividades lícitas con otras ilícitas, todo alrededor del mercado de medicamentos.
Según los investigadores, se presume que los ahora acusados urdieron toda una estrategia para generar un mercado paralelo en el que eludían todos los controles de salud y de la Administración Federal de Ingresos Públicos-Aduana.
La causa fue liderada por el fiscal federal N° 1, Enrique Senestrari, bajo órdenes del juzgado federal a cargo de Ricardo Bustos Fierro y ejecutada por personal de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) y de la Aduana Córdoba. También fue importante el rol de tres policías provinciales que trabajan de manera coordinada con la fiscalía. Fueron más de tres meses y medio de pesquisas que en las últimas horas derivaron en una serie de allanamientos, en las provincias de Córdoba y Tucumán.
Según la información a la que tuvo acceso La Voz, en el barrio privado Cañuelas Country Golf de la capital cordobesa fue detenido Claudio Marcelino Ferreyra, mientras que en una vivienda del country Altos del Chateau los agentes capturaron a Martín Alejandro Mussi Gancedo.
En tanto, en un departamento de calle Sucre, en el Centro cordobés, fue apresado Carlos Alberto Azar, otro de los sospechosos. El cuarto detenido en la provincia de Córdoba fue Jorge Omar Zapeggno, cuyo domicilio en la ciudad de Jesús María también fue allanado.
En la ciudad de San Miguel de Tucumán se produjeron las otras tres capturas: Fernando Gabriel Cianci, Carlos Enrique Díaz y Mario Héctor Bravo son los acusados que viven en nuestra provincia.
Además de los domicilios particulares de cada uno de ellos, en los que se secuestraron vehículos de alta gama, varias escopetas que tenían sin los permisos correspondientes, mucho dinero en efectivo y otros documentos importantes para la causa, también se allanaron diferentes droguerías, farmacias y depósitos que integran el organigrama que habría utilizado la banda para concretar su actividad delictiva, según se investiga.
Se trata de la Droguería del Interior SRL, de calle Húsares al 1900, de la ciudad de Córdoba, la farmacia Maillot, de Monseñor Pablo Cabrera e Italia, también en la capital, y la farmacia Santa Teresita, de Villa Dolores, además de la Droguería Novamed Tucumán, de nuestra provincia y el depósito de la farmacia Avenida, también en San Miguel de Tucumán.
En Santiago del Estero hubo otro allanamiento, en la Droguería Desme y en la ciudad de Buenos Aires los investigados secuestraron mercadería y un remito de la Droguería TM SRL. En estos dos últimos operativos no se concretaron detenciones.
Según trascendió, llamó la atención la gran cantidad de recetarios de médicos que se secuestró.
La agrupación, explicó la PSA, “introducía de manera ilegal fármacos al país, principalmente desde Chile, modificando sus fechas de vencimientos con la intención de obtener grandes ganancias a través de la afectación de la salud pública”.
“Para cometer estos actos ilícitos, poseían un sistema logístico que proveía de la materia prima y posterior ubicación de los medicamentos, encontrándose involucradas personas, farmacias y droguerías ubicadas en las provincias mencionadas”, agregó.
En total, se secuestraron 2.589.572 pesos en efectivo (más de la mitad de este dinero se halló en la casa del tucumano Cianci), 4.717 dólares, cheques por más de 1.500.000 pesos; 27 vehículos, 22 armas , municiones y más de 20 mil troqueles con medicamentos.
Además de las acusaciones por contrabando, el fiscal Senestrari también les endilgará el presunto delito de lavado de dinero.
El 10 de julio último, personal de la Aduana de Bariloche secuestró medicamentos por un valor cercano al millón de pesos. Ocho cajas de remedios oncológicos y 50 unidades de “tubitos” de test para glucemia fueron hallados en una camioneta, cuyos ocupantes no los habían declarado. Se trató del puntapié de una causa que ahora llevó a siete personas a la cárcel.
fuente: contexto