Entre 2016 y 2017, los fondos de inversión en Islas Caimán que manejó el ministro multiplicaron sus bonos de la deuda argentina. El rol de sus socios en Axis.
A principios de diciembre de 2015, Luis Caputo era un experto en finanzas en transición. La metaformosis lo convertiría en pocos días de un gerenciador de fondos de inversión en un funcionario público.Mauricio Macri no había asumido pero Caputo ya se había puesto al hombro su primera misión: negociar en Manhattan con los fondos buitre. El pago se concretaría en abril de 2016.
Los negocios que Caputo había construido lo seguirían a todas partes. Pasó del mercado de bonos a ser el actor clave de la negociación. Su empresa Noctua aumentaría casi el 35% sus inversiones. Sólo uno de los fondos que manejó se dispararía un 147% en inversiones en tan solo siete meses. Los holdouts cobrarían sus reclamos ante el Estado argentino.
Noctua, la empresa con sedes en Delaware y Miami que Caputo niega haber creado, acumuló más de US$ 356 millones en 2017. Así lo demuestran los documentos de la Securities and Exchange Commission (SEC), la comisión de valores de los Estados Unidos, a los que accedió el equipo argentino de Paradise Papers que integraPERFIL.
Entre agosto de 2009 y julio de 2015, Caputo era el principal accionista de la sociedad Princess International Group, radicada en Islas Caimán. A través de esta compañía, Caputo era el dueño de entre el 50% y el 74% de otra offshore: Affinis Partners II, también radicada en Caimán y dueña de Noctua. En diciembre de 2015 y diciembre de 2016, ya como funcionario,Caputo ocultó estos antecedentes en sus declaraciones juradas. A través de Noctua, había manejado inversiones millonarias de terceros. Los documentos de la SEC permiten ver cuánto dinero manejaron sus compañías y los fondos que éstas administraron, así como algunos detalles de esas inversiones. Las cuentas de Noctua, superan en promedio, el centenar. La mayoría de sus clientes no era estadounidense. Noctua declaró entre 11 y 25 clientes. Se trataba de inversionistas con un alto poder adquisitivo y gran liquidez: para ingresar hay que tener un mínimo de US$ 500 mil.
Caputo dejó de figurar en Noctua en julio de 2015. Fue cuando su socio Martín Guyot pasó a controlar la compañía y los entonces socios de Caputo en la empresa Axis, otra gerenciadora de fondos con sede en Buenos Aires, aparecieron con funciones en Noctua. Fernando Iribarne asumió como jefe de operaciones y adquirió un pequeño porcentaje de acciones. Al mismo tiempo, Axis ingresó como asociado y Noctua declaró que ambas empresas funcionanban bajo “control común”.
Caputo declaró haberse desprendido de sus acciones en Axis al asumir en la función pública, pero mantiene vínculos con sus ex socios. En su última declaración jurada, el ministro informó que los titulares de Axis le deben dinero por las acciones que les vendió al dejar la compañía. En diciembre de 2016, último período informado, el presidente de Axis, Carlos Planas, le debía $ 12 millones. Fernando Iribarne le debía otros $ 400.700. PERFIL se comunicó con Axis. La compañía dijo que ya no tiene ningún nexo con Caputo. Sus accionistas no quisieron hacer declaraciones.
La salida de Cristina Kirchner, el cambio de gobierno y el pago a los holdouts fueron un gran negocio para los fondos de inversión. El capital total de Noctua pasó de US$ 251 millones en julio de 2015 a US$ 356,7 en marzo de 2017. El gran crecimiento de los millones manejados por Noctua se debió en parte a los bonos de deuda argentina defaulteada. Por ejemplo, Argentina Fund, dedicada exclusivamente a los bonos argentinos: pasó de reunir US$ 35 millones a casi US$ 87 millones, lo que equivale a un aumento del 147%.
Fue el propio Caputo quien anticipó, en noviembre de 2014, qué les convenía a los tenedores de bonos de la deuda argentina, es decir, a sus potenciales clientes. Entonces, pronosticó al sitio Bloomberg que “un cambio en el gobierno después de las elecciones de octubre beneficiará a los tenedores de bonos más que un acuerdo” con el entonces gobierno kirchnerista.
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