“Eran dos partidos que los teníamos controlados y con dos goles de la nada, el segundo de suerte, nos ganan”, se quejó Bruno Bianchi en los micrófonos de Álvaro Jurado, reportero de LV7, justo antes de subir al colectivo y volver al hotel.
El defensor fue uno de los más firmes de la línea defensiva que planteó Ricardo Zielinski para llevarse el clásico en La Ciudadela. Sobre el resultado, prefirió restarle importancia: “Esto era un amistoso, lo importante es el partido del torneo”.
Los cambios del técnico, que dejaron al Decano con triple 5 en el segundo tiempo, fueron el principal objetivo de las críticas de los hinchas del club de 25 de Mayo y Chile y de la prensa partidaria. Para Bianchi, en cambio, resultó algo usual en la estrategia: “Veníamos trabajando así”, confesó.
Sin embargo, lo que más resaltó de las conclusiones que sacó Bianchi sobre el encuentro fue lo que dijo sobre el comportamiento de la hinchada local: “La gente de Atlético es gente, y esta gente parece que no es gente”, disparó el zaguero, molesto por la agresión sufrida por su compañero Tomás Cuello, que recibió el impacto de un cubo de hielo lanzado desde las tribunas. “La gente de Atlético los trata como un club profesional y este club cuando se viene no trata como un club de Primera; recién están entusiasmados por llegar a la categoría y tienen que aprender varias cosas”, agregó.
fuente: eltucumano