“A algunos, el peronismo les ha dado 12 años de gobierno. Nunca hubiesen pensado ser gobernador si no fuera por el peronismo, y hoy dan el portazo en vez de apoyar a Juan Manzur y a Osvaldo Jaldo”. Las palabras salieron disparadas de la boca de Darío Monteros e impactaron de manera tácita contra José Alperovich.
Al igual que el intendente de Banda del Río Salí, casi la veintena de oradores que tuvo el sábado el congreso del Partido Justicialista (PJ) atacó al senador para repudiar la candidatura a gobernador por fuera del partido. Algunos pocos lo mencionaron, pero la mayoría vació su cargador de críticas sin siquiera pronunciar su nombre.
De los 90 minutos que duró el congreso, los últimos cinco fueron para ratificar -con un solo voto en disidencia- las decisiones del consejo provincial realizado el pasado 29 de octubre: extender hasta el final del mandato la licencia solicitada por Beatriz Rojkés de Alperovich y que Manzur asuma la presidencia del PJ, y convocar para el 17 de febrero de 2019 a elecciones internas.
En los otros 85 se encendieron discursos críticos que detonaron con expresiones como: “genera indignación”, “si se quieren ir, que se vayan”, “el peronismo no ha corrido a nadie” o “utilizó el PJ”. Los oyentes respaldaron con aplausos los estallidos de los oradores, que también arengaron a obtener en 2019 las intendencias de San Miguel de Tucumán o de Yerba Buena, hoy en manos de la oposición.
En el Día de la Militancia Peronista, el delegado comunal de Garmendia, José “Gallito” Gutiérrez fue el primero en ajustar la mira y desde la primera fila del auditorio embistió contra Alperovich, aunque sin nombrarlo.
“En el 2000 llegamos a un acuerdo para modificar la carta orgánica, para que tenga antigüedad para ser candidato a gobernador por nuestro partido. Utilizó nuestro partido y se apoderó de él. Tenemos que hacer el repudio a esta persona que está criticando al gobernador y al vicegobernador y, por ende, a nuestros funcionarios. Esto no puede pasar desapercibido”, remarcó.
Políticos aventureros
Monteros también hizo referencia -en su discurso- a la modificación de la carta orgánica. En ese sentido, convocó a los congresales a una autocrítica. “¿Hasta cuándo el peronismo va a ser generoso? ¿Hasta cuándo el peronismo va a seguir permitiendo que algunos aventureros de la política nos sigan utilizando? Ya tenemos experiencia en 2015, con los Germán Alfaro y los Domingo Amaya, que se han ido por otro lado”, lanzó el bandeño.
El congresal famaillense Rubén Medina respaldó la fórmula oficialista Manzur-Jaldo para los comicios provinciales, y consideró que la presidencia del partido debía haberse modificado hace tiempo. “Quiero decirle a ese compañero, que se llama José Alperovich, que no he vivido peronismo (durante su mandato); hoy estoy viviendo peronismo. Creo que (Rojkés) merece respeto como mujer, pero también tengo que decir que desde hace rato este partido tenía que haber sido conducido por Manzur y por Jaldo”, se sinceró en el congreso, que estuvo presidido por el monterizo Alberto Olea.
Mientras las municiones detonaban contra el matrimonio díscolo, algunos pidieron no hacer leña del árbol caído y convocaron a la unidad de cara a las próximas elecciones. “Alperovich llegó porque no teníamos referentes, no se pusieron de acuerdo. Bajen el ego si queremos triunfar en 2019”, dijo el congresal Horacio Páez, y convocó a afiliar jóvenes al partido.
El congresal Luis Díaz, en tanto, pidió no desconocer el pasado y, a su vez, arengó a que a partir de ahora el PJ mire hacia el futuro. “Tenemos que ser respetuosos de ellos, porque nosotros fuimos parte. Que esto sea el inicio de algo nuevo; que sea una ebullición del partido”, convocó.
“Odio y discordia”
La única congresal que votó en disidencia respecto de lo resuelto por el consejo provincial fue Marina De Rosa, secretaria de Rojkés de Alperovich. La dirigente, que fue la última en tomar la palabra, cuestionó los discursos de los oradores. Consideró que sus declaraciones eran contradictorias, ya que por un lado convocaban a la unidad, y por otro agraviaban al matrimonio díscolo. “Quieren sembrar el odio y la discordia”, lanzó.
Por otra parte, De Rosa respaldó la gestión de la esposa del senador y adelantó que votaría en contra. “Muchos de los que están (acá), especialmente las mujeres, han formado parte del gobierno anterior. Yo me siento orgullosa, porque se hizo muchas cosas. No podemos dejar de reconocer el compromiso social en los 12 años de la señora ‘Betty’. Me siento orgullosa diciendo que he colaborado”, dijo, al tiempo que aclaró que respeta a las autoridades del Gobierno y que, durante la denuncia de fraude en los comicios de 2015, acampó en la plaza Yrigoyen.
La secretaria de la ex presidenta provisional del Senado, a su vez, reprochó a los dirigentes que ahora critican a los Alperovich. “Nadie tenía el revólver en el pecho para no poder hablar cuando fue oportuno. ¡Qué oportuno ahora, después de tantos años! No sembremos el odio, no me parece que sea el escenario solamente para agraviar. Han tenido 12 años para decir que estaban disconformes. No descalificamos y miremos para adelante”, cerró su discurso antes de la votación.
fuente: contexto