Desde una cama de internación del hospital Centro de Salud, una mujer solicitó la presencia de la Policía para hacer una denuncia. Afirmaba que tenía datos concretos sobre Daiana Garnica, la adolescente de 17 años que se encuentra desaparecida desde hace más de 18 meses. Movilizó a personal policial para brindar una versión que apuntaba contra su marido, al que también acusó de atacarla y de amenazarla para que no dijera nada.
La mujer, de 67 años, expuso ante los policías que el hombre le comentó -en reiteradas oportunidades- que a la jovencita la mataron porque gritaba mucho cuando la agredían. Además, agregó que su esposo es amigo de Darío Suárez (único detenido en la causa) y que habría enterrado algo en el fondo de su casa, en el barrio Julio Abraham, el 6 de mayo de 2017, cuando Daiana fue vista por última vez. El indicio, sin embargo, se desvaneció antes de comenzar a ser investigado: la Justicia corroboró que la misma persona había realizado en octubre una acusación similar, que implicó un gran despliegue policial -con excavaciones- en Alderetes y que no arrojaron datos relevantes para la causa.
El abogado de la familia Garnica, Carlos Garmendia, dijo que esa supuesta testigo mintió en ambas oportunidades. “Fue muy puntual con lo que dijo, que ella había visto que la enterraban… Nos ha mentido a nosotros”, cuestionó ofuscado el letrado. En el mismo sentido se expresó Sonia Garnica, hermana de la adolescente. “A esta altura del partido, a mí no me sirve que me digan tal o cual cosa. Necesito que me digan qué pasó con mi hermana”, dijo la mujer.
Sonia Garnica afirmó que a la denunciante sólo la conoce por fotos, a pesar de que vivía en el mismo barrio que su hermana. Respecto a sus declaraciones, indicó que lo único que le “hace ruido” es que hay datos concordantes con el caso, como el día y la fecha de la desaparición de Daiana. “Antes de declarar dijo que sabía que podría ir presa por falso testimonio. Hay muchas cosas que nos resultan extrañas. Dios quiera que a todo esto podamos tener algo certero y concreto. Lo que más anhelamos es volver a ver a Daiana”, dijo la mujer, que vive en Villa Muñecas.
Datos falsos
Alrededor de una decena de rastrillajes se realizaron desde que comenzó la investigación, que está en manos del fiscal Claudio Bonari. El último fue el 1 de noviembre, por la primera denuncia de la mujer que acusa a su marido. Sólo se encontraron huesos de animales en las excavaciones realizadas en el fondo de una casa de la barriada, a unas cinco cuadras de la vivienda de la familia Garnica.
Garmendia reconoció que, desde que desapareció Daiana, surgieron diversas pistas falsas, algunas por confusiones y otras de gente malintencionada. Muchos de los indicios salieron de las redes sociales. Días después de su desaparición, distintas personas dijeron haber visto a la jovencita en distintos puntos de la provincia. Los supuestos rastros arrojaron resultados negativos y solamente hicieron perder tiempo a los investigadores.
Esperanza
La adolescente fue vista por última vez en la tarde del sábado 6 de mayo de 2017, en compañía de su vecino Suárez. Las dos principales hipótesis que maneja la Justicia son: el homicidio o que la jovencita haya sido víctima de una red de trata de personas, tal como sostiene su familia. “Siempre, desde el primer día, apuntamos que Darío la entregó a alguien. Siento que él es responsable de lo que se desató, pero creo que no mató a mi hermana. Él fue quien preparó cómo sacar a mi hermana para entregarla a otro. Día a día nos convencemos de que Daiana está viva; si él la hubiese matado se hubiese quebrado o presentaría lesiones”, analizó Sonia.
La mujer dijo que sus padres quedaron muy afectados por la desaparición de Daiana, al tiempo que se manifestó conforme por la investigación que realiza Bonari. “Todo esto nos cambió la vida de un día para el otro. No se lo deseo a nadie; lo peor es no saber qué pasó; eso es lo que te mata. Despertás todos los días, pero es un día más sin saber qué pasó. Somos fuertes y creo que algo tiene que suceder, en cualquier momento. A veces me pregunto por qué nosotros, en qué fallamos para merecer esto, pero tenemos que saber esperar. Ojalá que ese día llegue”, se esperanzó la hermana mayor de Daiana.
fuente: contexto