Por cuatro días, las personas en situación de calle no podrán estar en los anillos de seguridad implementados por la cumbre de líderes mundiales.
En el ventanal del banco de Avenida Callao, entre Mitre y Perón, puede verse un afiche de una familia feliz con esta inscripción en letras de color naranja: “Queremos impulsar tus sueños y proyectos”. En la misma entrada, sobre la vereda, duerme una familia. Una pareja, dos hijos pequeños y un bebé en pañales que reposa sobre el pecho de su madre. Están acostados sobre colchones de una plaza, entre bolsas con ropa, un cochecito, un oso de peluche y una caja que dice: “Quedamos en la calle, necesitamos tu ayuda”.
Las calles de Buenos Aires ofrecen esos contrastes: eslóganes positivos de una publicidad en el mismo lugar donde fue escrito un mensaje desesperado.
La zona de cajeros de los bancos situados a lo largo de avenida Corrientes y Rivadavia, desde 25 de Mayo a Pueyrredón, se convirtió en refugios para cientos de personas que viven en la calle.
Pero durante cuatro días no quedará rastro humano de esa postal de la pobreza. Ese territorio será vallado en medio de los operativos de seguridad por la cumbre del G20, que comienza hoy.
fuente: infobae