En el final de la actividad del G20, el presidente llevó su mano al corazón y dejó caer algunas lágrimas
Estaba terminando el show creado por el coreógrafo argentino Ricky Pashkus, “Argentum”, que recorrió todas las regiones del país y sus ritmos musicales. Los mandatarios y los invitados se pusieron de pie, ovacionaron la puesta y el presidente no pudo resistir las lágrimas cuando escuchó el grito de “¡Argentina, Argentina!”.
El momento emotivo ocurrió ante cerca de mil invitados, entre comitivas oficiales, funcionarios, personalidades y periodistas argentinos. Macri y Juliana Awada estaban en el Palco Presidencial, rodeados de los líderes del foro. A la izquierda del mandatario estaba la recién llegada Angela Merkel que no ocultó su sorpresa por la reacción del público y el llanto del presidente, que pareció liberar toda la tensión de la jornada.
El mandatario está cerrando el primer día de la Cumbre, uno de los desafíos más importantes de su gestión y un evento histórico para el país. Durante la agenda del día, Macri tuvo reuniones bilaterales, inauguró las sesiones del grupo, siguió muy de cerca las negociaciones para el comunicado final… Hasta que finalmente llegó al imponente Teatro Colón.
Luego del show, los presidentes cenaron en privado junto a sus acompañantes en el Salón Dorado del teatro, que fue acondicionado especialmente para el evento.
Hasta ahora, todo marcha dentro de lo previsto. El Gobierno logró sortear el día sin incidentes mayores. Garantizar la seguridad era uno de los dolores de cabeza de su gestión. Para eso se desplegaron más de 22.000 agentes en toda la ciudad, se cerraron varias zonas de la capital y del Gran Buenos Aires, y se restringió la circulación -por tierra, aire y mar- como nunca jamás había ocurrido en los 35 años de democracia.
Macri arrancó el día con el desayuno con Donald Trump, y después de superar algunas dificultades con la traducción simultánea, los mandatarios se mostraron muy a gusto en la Casa Rosada.
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Luego del show, los presidentes cenaron en privado junto a sus acompañantes en el Salón Dorado del teatro, que fue acondicionado especialmente para el evento.
Hasta ahora, todo marcha dentro de lo previsto. El Gobierno logró sortear el día sin incidentes mayores. Garantizar la seguridad era uno de los dolores de cabeza de su gestión. Para eso se desplegaron más de 22.000 agentes en toda la ciudad, se cerraron varias zonas de la capital y del Gran Buenos Aires, y se restringió la circulación -por tierra, aire y mar- como nunca jamás había ocurrido en los 35 años de democracia.
Macri arrancó el día con el desayuno con Donald Trump, y después de superar algunas dificultades con la traducción simultánea, los mandatarios se mostraron muy a gusto en la Casa Rosada.
Según la vocera de la Casa Blanca, Sarah Sanders, Macri y Trump “reiteraron su compromiso compartido de enfrentar los desafíos regionales como Venezuela y la actividad económica depredadora china” . “Fue una reunión altamente positiva, está claro que Argentina tiene el respaldo del gobierno de los Estados Unidos”, aseguró el canciller Jorge Faurie tras la reunión. El jefe de Gabinete, Marcos Peña; los ministros Nicolás Dujovne y Patricia Bullrich; el secretario de Asuntos Estratégicos, Fulvio Pompeo, y el embajador argentino en Washington, Fernando Oris de Roa, fueron parte de la delegación argentina que participó del encuentro.
Además de la bilateral con Trump, el argentino mantuvo otros encuentros privados con mandatarios como la Británica Theresa May y el español Pedro Sánchez.
En cuanto a la agenda propia del foro, Macri inauguró las sesiones plenarias con un llamado a los líderes a buscar “diálogo y consensos”, pidió hablar con “franqueza” y festejó haber abandonado “años de aislamiento internacional”.
La cita en Costa Salguero dejó algunas perlitas, como el efusivo saludo del ruso Vladimir Putin con el príncipe saudita Mohammed bin Salman, que fue muy comentado. Es que mucho se habló del monarca, señalado por la CIA de ser el autor intelectual del descuartizamiento del periodista opositor Jamal Khashoggi en el consulado saudita de Estambul. Ese afectuoso choque de manos dio vuelta al mundo.
Otro de los episodios que llamó la atención fue el pequeño e informal encuentro entre el norteamericano y el ruso. Luego de la cancelación a último momento de la bilateral prevista para el sábado, ambos mandatarios se mostraron distendidos en un pasillo. Charlaron y rieron, rompieron el hielo tras la escalada de tensión entre Kiev y Moscú por Crimea.
Macri también superó la ausencia de Trump a la primera reunión, el llamado “retiro”, donde los miembros permanentes hablan solos y sin asesores. Otros presidentes se sorprendieron por el desaire, pero el episodio no pasó a mayores ya que minutos después de esa reunión todos sonrieron para la foto de familia.
Además de las bilaterales, los encuentros de los líderes, las notas de color y algún cruce, en Costa Salguero uno de los temas centrales fue el communiqué, el documento final del encuentro. Por estas horas y seguramente hasta entrada la madrugada, los sherpas de los principales países afinarán los temas más álgidos de este G20: proteccionismo, guerras comerciales, cambio climático, el rol de la OMC y hasta cómo debería funcionar el FMI. “Se discute cada palabra, literalmente”, le confió un funcionario a Infobae esta tarde.
“Estamos avanzando sobre todo en temas delicados, como las cuestiones comerciales, y se sigue trabajando en el tema del clima. Sobre ese punto aún se está trabajando”, aseguró el canciller Jorge Faurie. Bastante más directo, el viceministro de Hacienda, Miguel Braun, reconoció que no tener un comunicado de consenso es “es un riesgo real, puede pasar” y que la tensión entre varios países que se vivió a lo largo del año se refleja también en estas dos jornadas en Buenos Aires.
Mañana se desarrollará la segunda jornada. Además de cerrar la cumbre, Macri tiene en agenda reuniones bilaterales con Putin, el japonés Shinzo Abe y la directora del FMI, Christine Lagarde.
fuente: infobae