Gracias a la solidaridad de muchos extraños, el tucumano David Quinteros, de 18 años, logró cumplir su sueño. Argentinos residentes en Japón hicieron una colecta para pagarle los pasajes hasta Tokio ida y vuelta y le consiguieron hospedaje para que pueda participar junto al grupo argentino ARTech del All Japan Robot Sumo, el torneo que reúne a los mejores constructores de robots-sumo del mundo.
“Les presento a David, un adolescente que está cumpliendo un sueño del que todos somos parte ahora. David recibió una invitación para participar de la feria más grande de robótica japonesa por sus logros en robótica. Sus padres súper orgullosos, trabajadores, contaban en un nota que les era imposible pagar el ticket del viaje, mismo trabajando sin parar. Como buena provinciana, se lo difícil que es ser escuchada y lo duro que es lograr salir adelante sin ayuda. Decidí compartir la nota y hacer un pedido de colaboración. De a poco fueron surgiendo muchos involucrados y el sueño comenzó a hacerse realidad”, afirmó Emilia Andrada, una bailarina de tango argentina que viaja por el mundo y fue parte de la movida solidaria.
“Esta es la primera foto de David en Japón, con Ezequiel, otro gran corazón argentino que lo hospeda. Entre muchos corazones, solidaridad, empatía y esfuerzo hoy David está en Japón. Gracias infinitas a quienes me escucharon, a los que preguntaron, a los que aportaron, a los que nos emociona verlo tan comprometido con sus estudios y con tanto coraje de emprender este viaje solito. Hoy David es un adolescente tucumano que aprendió que el esfuerzo, la empatía y la solidaridad se construye socialmente”, agregó.
Llegar al All Japan Robot Sumo significa toda una hazaña por el nivel de la competencia: los robots que se presentan son autónomos y se enfrentan a otros en un área de combate, ring o dohyo (el famoso anillo en el que se cruzan los luchadores de sumo).
“El grupo Argentina Robot Sumo Team (ARTech), de Pilar, compitió tres veces en el exterior este año y las tres veces ganaron primer y segundo puesto. Sólo tienen dos robots y les sobraba un certificado y como yo los conocía y estaba haciendo un robot de esa categoría me dieron el certificado para que compita con ellos. Los robots sumo de ellos se llaman Argentum y Tango y el que llevaría yo se llama Destruck”, había detallado Quinteros.
Y, finalmente, el sueño se le cumplió.
fuente: contexto