Los hechos de las ultimas horas como es el ataque a tiros a la sede de los tribunales en Santa Fe, y la participacion en vuelos narcos de un empleado de tribunales en Tucuman, acentuan un problema que el Poder judicial no esta dimensionando realmente.
El edificio de Tribunales provinciales y el Centro de Justicia Penal en la provincia de Santa Fe fueron blanco ayer lunes a la madrugada de ataques a balazos, por lo menos diez, por parte del narcotrafico, esto sin duda tiene que ver con la primera condena por Narcotrafico que se le aplica al grupo conocido como los MONOS. Asimismo en la provincia de Tucuman en la zona de Taco Ralo, una avioneta dejo caer 273 kg de Marihuana que sus complices debian recoger, entre ellos un empleado, judicial, todo esto se suma a que el juez Federal de Corrientes, Carlos Soto Dávila, deberá presentarse en Comodoro Py para realizar su declaración indagatoria como imputado en la causa que lleva adelante el juez Federal Sergio Torres, que investiga la participación de su par correntino y otras personas en una banda de narcotraficantes de marihuana en la ciudad de Itatí. Torres llegó a Soto Dávila a través de testimoniales de arrepentidos, escuchas telefónicas y documentación patrimonial.
Si todo esto no es analizado en profundidad por la Corte Suprema de la Nacion y de alli en adelante pedir la ayuda necesaria a los otros poderes del estado , estaremos totalmente condicionados por el Poder Narco, primero, porque los jueces carecen de la proteccion necesaria para dictar las penas condenatorios contra poderosos clanes mafiosos que cuentan con decenas de sicarios y dinero para amedrentar al juez y su familia, segundo si las policias no cuentan con fuertes oficinas de asuntos internos que investiguen continuamente a los miembros de la fuerza a fin de que no se pasen al lado contrario.
De nada sirve atacar a los narcos en el final de la cadena de comercializacion, no importa la cantidad de droga que se incaute , ni las mulas que se detengan, lo importante es atacar , arrestar y condenar a los lavadores de dinero que en su mayoria son prestigiosos empresarios o profesionales, a las cabezas de la cupulas policiales compradas por los narcos a ellos es mas facil investigarlos desde lo patrimonial y por supuesto hay que blindar en seguridad a los jueces para que puedan fallar tranquilos.
Los Narcos ya estan entre nosotros, ya estan entre el poder que debe juzgarlos y condenarlos, si no se actua con premura , ganaran la batalla y seremos una nueva Sinaloa.
DEL EDITOR