El martes podría haber un nuevo paro de colectivos. Desde la Unión Tranviarios Automotor (UTA) se adelantó que, si los empresarios no se ponen al día con los pagos adeudados de los trabajadores, se convocará a una medida de fuerza similar a la del jueves.
Al mediodía, las partes se reunieron en la Secretaría de Trabajo para intentar destrabar el conflicto, pero no llegaron a un acuerdo. César González, titular de la UTA, puntualizó que ahora se encuentran en un compás de espera. El servicio funcionará con normalidad entre hoy y el lunes, para cuando está pautado un nuevo encuentro con el sector empresarial. “Con lo que dijeron (el jueves), las expectativas son muy escasas”, adelantó el dirigente sindical.
A pesar de la jornada de protesta, el ritmo fue prácticamente el habitual en el microcentro. El paisaje, en cambio, se vio alterado por la ausencia de los coloridos ómnibus y de las largas filas de pasajeros en las veredas. Viajes en auto con compañeros de trabajo, motocicletas y taxis compartidos fueron algunas de las estrategias aplicadas por los tucumanos que debían llegar a sus lugares de trabajo.
Emiliano, empleado en una empresa de telefonía celular, contó que coordinó con sus compañeros para cumplir con sus obligaciones y abaratar costos de traslados. “Vimos quiénes teníamos un camino similar, coordinamos por WhatsApp y pusimos plata para la nafta y la cochera, que es otro presupuesto en el centro. No se puede faltar”, expresó el joven.
A media mañana, el taxista Jorge Toledo aguardaba a la sombra de los árboles de calle Salta por un pasajero, mientras la temperatura y la humedad iban en aumento. “Se movió un poco más que otros días, pero está difícil. La plata no alcanza, y en eso entendemos a la gente. Pero sí se está trabajando mejor”, dijo el chofer mientras, bebía una gaseosa fresca para pelearle al calor.
Lorena Villagarcía vive en Villa Luján y trabaja en un local de ropa del centro. La joven contó que le pidió a su hermano, que es preventista, que la llevara en su motocicleta. “Siempre tomo el 5 para venir a trabajar, pero hoy le pedí a mi hermano, que vive cerca, que me pase a buscar. Si faltamos nos descuentan el día, no nos podemos dar el lujo de faltar”, se quejó.
Los usuarios de los ómnibus también se manifestaron a través de las redes sociales. Francisco Rivadeneira, relativizó la medida de fuerza de la UTA. “Si pensaron paralizar Tucumán con la huelga, les salió mal la jugada. Es un día normal, bastante gente en la ciudad. ¡La gente quiere trabajar!”, expresó a través de Twitter.
A los choferes les están adeudando la reliquidación de noviembre, que ronda los $ 3.500, y una suma no remunerativa de $ 3.814. Además, hasta el martes, les deben abonar los aguinaldos, según explicó González. Los empresarios, en tanto, sostienen que no están en condiciones de hacer efectivo el pago y que están buscando algún tipo de crédito o ayuda financiera.
“Hasta ahí llegamos”
El Gobierno provincial anunció hace dos semanas que se haría cargo de gran parte de los subsidios nacionales que cesarán en 2019. Para ese año, el valor global de la ayuda económica para las empresas tucumanas ronda los $ 2.250 millones.
Sobre la crisis que denuncian los empresarios el transporte público, el vicegobernador Osvaldo Jaldo remarcó que la Provincia ya hizo un esfuerzo significativo con el sector. “Nosotros ya hicimos un gran aporte. Desde el 1 de enero, el Gobierno hará un aporte de casi $ 1.600 millones anuales. La Nación se comprometió a aportar $ 700 millones. Nosotros hasta ahí llegamos”, advirtió el titular de la Legislatura.
El presidente de la Asociación de Empresarios del Transporte Automotor de Tucumán (Aetat), Daniel Orell, demanda un auxilio oficial para pagar las obligaciones. “Necesitamos una ayuda financiera del orden de los $ 100 millones mensuales antes de Navidad para las empresas”, ratificó.
fuente: contexto