Santiago López es argentino, tiene 19 años y se convirtió en el primer hacker de sombrero blanco en obtener 1 millón de dólares reportando errores informáticos.
Los hackers éticos o de sombrero blanco se encargan de encontrar vulnerabilidades en lo sistemas informáticos y los informan a cambio de una recompensa. Este tipo de expertos en ciberseguridad reciben entre USD 50 y USD 200 mil por los errores que encuentran. Todo depende de la magnitud del bug.
Cuanto mayor es el agujero en el sistema, mayor es la recompensa. Es que las empresas saben que esas fallas “en la matrix” pueden costarles mucho dinero y unos cuantos dolores de cabeza. Por eso es que compañías como Apple, Google, Qualcomm y otros tantos gigantes tecnológicos cuentan con sistemas de recompensas para incentivar a que estos hackers los alerten sobre posibles errores en sus programas.
Santiago dice que a los 16 años cobró su primera recompensa por encontrar un bug y que ya halló más de 1.600 de estos errores informáticos. En la actualidad dedica unas 7 horas diarias a rastrear agujeros en los programas.
Desde 2015 contribuye con HackerOne, una plataforma de ciberseguridad especializada, justamente, a encontrar y corregir vulnerabilidades antes de que puedan ser explotadas por los “otros”, es decir los hackers de sombrero negro, tal como se denominan a los cibercriminales.
López se comenzó a interesar en la informática cuando tenía 15 años y se dedicó a aprender por su cuenta. “Empecé a hacer aplicaciones, programar. Y un día vi la película Hackers y me gustó cómo trabajaban y ganaban dinero, así que busqué tutoriales por Google, YouTube y aprendí a hackear”, explicó en una entrevista que le hizo HackerOne.
Santiago es autodidacta: aprendió a encontrar vulnerabilidad siguiendo tutoriales en la web.
Según el experto, la clave es ser autodidacta. Dice que toda la información está en la web. Es cuestión de buscarla y dedicarle tiempo a aprender. Por eso sugiere a los que quieran dedicarse a este rubro, que busquen tutoriales en internet.
Confiesa que se dedica a hackear principalmente por el dinero que gana y porque le resulta divertido. “Me gusta el desafío”, concluye. Con su trabajo ya se compró dos autos “y muchas cosas más”, según remarca en la entrevista.
Si bien hay mucha competencia, siempre hay lugar para encontrar nuevos bugs. Los expertos en ciberseguridad están entre los más demandados del mercado.
Y todo indica que cada vez se volverán más imprescindibles. Sobre todo teniendo en cuenta que los en el mundo de la información, las guerras y alianzas se basan, sobre todo, en cómo uno aprenda a desplazarse (y protegerse) en el ciberespacio.
“La ayuda que proporcionan los hackers es muy importante”, analiza López haciendo referencia al trabajo que estos expertos hacen a diario para lograr que el ciberespacio sea un sitio más seguro. Al menos para algunos.
¿Un sueño para el futuro? Fundar su propia empresa y lograr que ésta sea reconocida mundialmente, según dio en una entrevista con la BBC. Los primeros pasos ya los dio.