Una mujer deberá pagar más de un millón de pesos por haber impedido que su ex mantuviera contacto con el hijo que ambos tienen en común. El monto de la indemnización es inédito para un caso de este tipo.
El fallo, que fue difundido por ElDial.com, benefició al hombre de unos 43 años de Buenos Aires. Determinó que los años en los cuales el vínculo de padre e hijo era necesario se vio obstruido y resultó un daño consolidado en el tiempo. A ello se le sumó, en este caso, la minusvalía psicológica parcial y permanente que el hombre acreditó sufrir.
Los jueces Silvia Bermejo, Osvaldo Álvarez y Oscar Ameal, de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil de Capital Federal, resolvieron que la mujer deberá pagar $ 555 mil por daño psíquico, $ 500 mil por daño moral y $ 2.500 por gastos de farmacia y asistencia. La tasa de interés debe devengarse desde el 12 de diciembre de 2005.
Consultado por Clarín, el abogado Eduardo Sirkin, especialista en derecho de familia y docente desde hace 51 años de Derecho Procesal Civil en la UBA, señala que el fallo es “original” y que una indemnización superior al millón de pesos “es inédita, sobre todo en familia”.
“El expediente se inició en 2010 y estuvieron en litigio hasta febrero de este año. Se nota en el correr de la sentencia que hubo muchas pruebas. Y han evaluado el daño moral: eso es importante, y no es usual. Porque es común que las madres se apropien de los hijos, a veces hacen falsas denuncias, o impiden el contacto. Y el padre es como que los mira de reojo. Ese impedimento trae emparejado daños no solo para los hijos menores, sino para los padres”, opina Sirkin.
Ante la consulta de si este fallo marca un precedente, responde que “no es de aplicación automática, sino que es una aplicación para este juicio”. Sin embargo, acota que “la gente que está en esta situación, pero está en un trámite, puede invocar a tiempo este fallo, que es valioso por la profundidad y por los fundamentos”.
El demandante y la demandada tuvieron un vínculo sentimental, del que nació su hijo el 2 de diciembre de 2000. Luego se separaron. El hombre relató que a partir de la ruptura ella le impidió tener contacto con el chico.
El hombre recurrió a la Justicia. En agosto del 2002, acordaron el régimen de contacto. Pero en mayo del 2005, él inició una demanda donde denunció que la mujer no cumplía con el acuerdo y le impedía estar en contacto con su hijo.
Por su lado, la mujer denunció incumplimiento del convenio: dijo que el 24 de diciembre esperó al hombre hasta las 13.30 y después tuvo que retirarse.
Luego, él solicitó que se designe una asistente social. En abril de 2006, concurrió con ella a la casa de su hijo, pero la demandada le dijo que no podría retirar al chico porque estaba enfermo. Volvió días después, pero también se negó.
El hombre hizo una denuncia ante una comisaría por agresiones de parte de la madre contra el hijo. Relató que el niño le dijo “mi mamá me pegó” y que tenía el cachete rojo. Hubo otra audiencia, sin llegar a un acuerdo.
En noviembre de 2007 se fijó un nuevo régimen. Tenían que reunirse en una hamburguesería de Quilmes, con la presencia del asistente social. Pero no se concretó.
Se designó una nueva asistente y se fijó una nueva fecha de encuentro. Pero la mujer puso trabas: dijo que por la gripe A no podían ir a lugares cerrados con mucha gente y que por las temperaturas bajas tampoco se podría hacer en un parque.
En octubre de 2009, el hombre manifestó que residía en Misiones por no conseguir trabajo permanente en Buenos Aires. Solicitó suspender el régimen en forma provisoria hasta poder coordinar la fecha de regreso.
En abril de 2010, se presentó en un lugar de encuentro pautado con la asistente social, pero su ex y su hijo no fueron. El hombre pidió una nueva audiencia: la mujer estuvo ausente y presentó un certificado médico.
Entonces se fijó una nueva fecha de encuentro. Esta vez, la madre del chico expuso que estuvo en el lugar y que el hombre y la asistente social no se presentaron. Acompañó tickets de consumición.
Finalmente, el juez hizo saber a las partes que debían procurar el cumplimiento del régimen de contacto acordado y homologado, con el sólo objeto de no afectar el derecho de su hijo. El hombre requirió que el restablecimiento del vínculo se realice dentro del juzgado, debido a los múltiples encuentros frustrados. Pero la madre se negó.
En primera instancia, se había condenado a la demandada a pagar $ 120 mil, más los intereses y costas. El hombre no quedó conforme. Pidió que se incrementen los montos en concepto de “daño psíquico, tratamiento psicológico, gastos de farmacia y asistencia y daño moral”.
En el nuevo fallo, se determinó que “presenta síndrome de ansiedad de origen reactivo” y que está en un “extenso y frustrante conflicto”. Se explicitó que tiene “minusvalía psicológica” y que el grado de incapacidad en el orden del 15%, con sustento en el diagnóstico de un síndrome depresivo ansioso, de grado moderado y crónico, de carácter irreversible. Por esto, el monto por daño psíquico subió a $ 555 mil.
Respecto a los “gastos de farmacia y asistencia”, en atención a las lesiones sufridas por el hombre, conclusiones del peritaje médico, se postuló elevar el monto a $ 2.500.
En cuanto al daño moral, se pidió un incremento de la suma “considerando el daño que implica la falta de contacto con su hijo, como así la falta de armonía que provoca en su ánimo y equilibrio cotidiano la incapacidad acreditada”. La suma se elevó a $ 500 mil.
Además, comenzarán a devengarse los intereses estipulados, desde el 12 de diciembre de 2005, que fue cuando la madre del chico fue notificada del incumplimiento del régimen de visitas.
fuente:contexto