El joven se descompensó tras hacer cumbre junto a un grupo de amigos. El cabo Rubén Torres logró bajar al deportista en medio de la noche y el frío.
La vista espectacular del cerro Ñuñorco, de más de 3.000 metros de altura, desde la localidad de El Mollar, fue una tentación irresistible para un grupo de montañistas de esta capital que decidió aprovechar el feriado del lunes para escalar hasta la cima.
Sin embargo, en cuestión de minutos, la aventura -que había comenzado a la mañana- se transformó en una verdadera pesadilla. Al caer la tarde, uno de los jóvenes se deshidrató y no pudo descender.
Ante la desesperación, sus amigos solicitaron ayuda a través de un conducto telefónico a la dependencia policial. Y fue en ese momento que empezaron las tareas para intentar bajar al joven.
El cabo primero, Rubén Torres, se puso al hombro el rescate y se transformó en el héroe de esta historia. Primero auxiliando a tres de los alpinistas, a los cuales los encontró descendiendo en medio de la oscuridad; y luego trepando hasta la punta del cerro para ayudar al hombre que se había deshidratado y mareado.
Cerca de la medianoche, bajo un intenso frío y con la oscuridad en contra, Torres, con la ayuda del baqueano Sergio Miguel Centeno, lograron rescatar y bajar al muchacho, el cual fue identificado como Lucas Bibiloni, de 31 años, y a sus amigos que lo habían acompañado.
Inmediatamente Bibiloni fue trasladado en una ambulancia hacia el CAPS local, donde fue atendido por el médico de guardia, quien le diagnosticó deshidratación e hipotermia. Afortunadamente fue dado de alta horas más tarde.
“Es la primera vez que le pasa esto. Él está acostumbrado a subir estos cerros, no sé qué habrá pasado”, contó una de sus compañeras.
fuente: la gaceta