El 23 de febrero de 2011, Piccinetti no concurrió a Tribunales y la Justicia ordenó su captura. “Yo preso no quiero ir. Voy a sufrir mucho viendo crecer a mis hijos y nietos desde la cárcel. El sólo hecho de pensar en las requisas durante las visitas me pone mal”, había advertido.
Los jueces al leer el fallo dejaron en claro que Piccinetti había sido el autor material del hecho. Pero al no estar presente, no pudieron dictar sentencia en contra de Piccinetti.
La víctima fue encontrada en su dormitorio. Había recibido varios golpes en la cabeza con un objeto metálico y pesado.
Un día después del homicidio del agricultor, la Policía secuestró en el gym de Piccinetti un pantalón, una campera y un par de zapatillas del acusado. Las prendas habían sido lavadas y tenían manchas de sangre pertenecientes a la víctima.
Bien por eso. Hay que cerrar el ciclo. Hacer justicia a ese hombre. Más por su familia que aún lo deben llorar.