El postulante de Consenso Federal revela que abogó en el exterior para que el FMI concrete el demorado desembolso de US$5400 millones, con la condición de que se aplique a la recompra de bonos
n plena campaña con miras a las elecciones del 27 de octubre, el candidato a presidente de Consenso Federal, Roberto Lavagna, aseguró que él es candidato “porque Macri ya perdió y está en franca retirada”. Reveló además que “abogó” en “el exterior” en “favor” de que el FMI concrete el demorado desembolso de US$5400 millones, “con la condición” de que se lo aplique a “la recompra de bonos de la deuda soberana en dólares”.
-Usted fue el primero que propuso la emergencia alimentaria. ¿Está conforme con la ley?
-Sí, estoy conforme. Fue por unanimidad y solo un voto de disidencia. No fue simplemente que nosotros lo logramos, sino que hubo respuesta de la Iglesia, la CGT, ONG y la clase política, dio lugar a una ley más genérica y menos precisa que lo que habíamos presentado, pero que tiene un enorme valor.
-También el candidato del Frente de Todos, Alberto Fernández.
-Lo importante fue haber logrado que el conjunto de la sociedad tomara el tema. Y bienvenido que así haya sido. No ha habido un uso político.
-El Gobierno originalmente la rechazó y después la aceptó.
-Le pasa lo que le viene pasando con muchas cosas, reacciona tarde ante ciertos fenómenos, pero bueno, mejor tarde que nunca. Bienvenido que se hayan sumado.
-¿Está de acuerdo con Fernández que pidió a los piqueteros que no salgan a la calle?
-Uno debería desear para la campaña el menor número posible de manifestaciones muy públicas que puedan ser objeto de desbordes.
Juan Grabois pidió la reforma agraria y Felipe Solá, la Junta Nacional de Granos. ¿Coincide?
-No estamos en los años 50. En el caso de las juntas, las últimas en desaparecer fueron las de Canadá y la de Australia. Hoy no son instrumentos que se necesiten, carecen de sentido en el día de hoy.
-Estuvo con Agustín Salvia (UCA) y con Juan Carr (Red Solidaria). ¿Qué se habló?
-Hubo un intercambio de información. Coincidimos muy rápidamente en que la única solución de fondo es la creación de trabajo. Y sí se habló de la actividad de formación laboral. Pero no hay creación de trabajo en una economía que no crece.
-Desde el Frente de Todos se ha dicho que usted podría ser ministro de Economía si Fernández llegara a ser presidente.
-No, no… ¡Tonterías no! Yo soy candidato a presidente. Nosotros creemos que Cambiemos y el presidente Macri ya han perdido, y que Consenso Federal puede efectivamente ser una alternativa al Frente para Todos. Todo el resto son tonterías o pequeñas chicanitas o maniobritas para conseguir algunos votos más confundiendo. Pero vienen de otros, porque Alberto Fernández ha dicho que reconoce y respeta nuestro objetivo de competir por la presidencia. Soy candidato a entrar en el ballottage en reemplazo de un gobierno que está en franca retirada.
-¿Su objetivo electoral ahora es sumar al votante de Macri?
-No, nosotros convocamos más ampliamente que eso. Eso sin duda, ¿por qué no? Pero también más ampliamente: ni Macri ni Cristina.
-¿Y los que los votaron a Fernández pueden votarlo a usted?
-¿Por qué no? Sí, seguramente que hay una parte que está votando por hartazgo con un gobierno que no les da soluciones y que se volcó en las PASO hacia uno de los polos. Nosotros decimos que eso no sirve. No puede seguir moviéndose entre el bombo populista y la patria financiera. Las democracias durables, serias son ubicadas en el centro del espectro y no en extremos.
-¿Cree que si gana Fernández va a haber impunidad en los casos de corrupción?
-Espero que no, que se permita que la Justicia siga su camino en los casos del pasado y en los casos que pueda haber en el futuro. A veces el ciudadano común piensa en términos de un juez. Pero cualquier caso judicial tienen no menos de 20 miembros de la Justicia de alto nivel. Si uno no puede confiar en 20 personas esto sería muy complicado.
-¿Cree que ya pasó lo peor de la crisis cambiaria?
-Cuando hay inflación, nunca la situación cambiaria está resuelta. En tanto hay inestabilidad inflacionaria, hay inestabilidad en el conjunto de precios de la economía y el tipo de cambio es un precio de la economía. Muy sensible, por ser una economía casi bimonetaria, o sin casi: bimonetaria. Y en consecuencia nunca está dominado. Le podría decir lo mismo respecto de las tarifas. Solo se ordenan en una economía donde uno va camino a la estabilización.
-¿Los depósitos en dólares en los bancos pueden peligrar?
-Según las cifras del Gobierno hay fondos suficientes para respaldar esos depósitos y además está este desembolso del Fondo (US$5400 millones). Yo he abogado no solo acá, sino con alguna gente del exterior en favor del desembolso.
-¿Hizo gestiones?
-Hablé…, no es lo mismo que hacer gestiones. Nadie me encargó gestiones. Hablé… Con una única condición: que ese desembolso sea usado para cumplir una de las propuestas que hicimos hace cuatro meses: la recompra de deuda de los bonos soberanos que vencen de 2021 a 2024 en dólares. Eso ayudaría a bajar el riesgo país, la tasa de interés, una serie de efectos positivos.
-¿No irían a financiar el déficit o el gasto?
-No irían ni a financiar el gasto ni la fuga de capitales. Ninguna de las dos cosas. Se lo recomendé al Presidente allá por mayo. Le comenté dos cosas: el alargamiento de los plazos de los créditos del Fondo, cosa que finalmente también, tarde, pero se decidió intentar con la llegada del nuevo ministro (Hernán Lacunza). Y la recompra de bonos soberanos. Se han agotado muchas reservas que se hubieran podido usar para eso.
-¿Se puede saber con quién habló del exterior?
-No. Uno habla, uno conversa, la gente pide opinión. Uno da opinión con toda claridad. Y mi opinión es: desembolsen. No desembolsar lo único que haría sería complicar más las cosas en la Argentina. Tengan, sí, cuidado de que no sea mal usado. Después de haberse gastado buena parte de las reservas financiando la fuga de capitales, ahora debe usarse para una recompra de deuda.
-¿Se lo comentó al Presidente?
-No le comenté ninguna conversación. Él sabe mi postura.
-¿Qué hablaron con él?
-Ya está… (gesticula con la mano).
-¿La restricción cambiaria se podría haber hecho antes para no gastar reservas?
-Se pudo haber hecho, ¿sabe cuándo? El 11 de diciembre de 2015. Cuando empezó el Gobierno. Porque en ese momento se liberó el ingreso de capitales especulativos. Y cuando uno libera el ingreso de capitales especulativos, ingresan para captar el diferencial de tasa de interés. Si no hubieran ingresado, probablemente hoy no habría necesidad de poner otro tipo de controles, que a mí me gustan menos, a la salida…
-¿Está de acuerdo con otorgar el bono de $5000 a trabajadores?
-Hay empresas que lo van a poder pagar y empresas que seguramente van a estar en dificultades grandes: las pymes. Lo más grave es que no tienen la posibilidad de darse vuelta y pedirle a un banco del Estado que le financie a tasas normales y no a tasas absurdas de 85%.
-Pero se pueden dar vuelta y aumentar los precios.
-Ese es precisamente un riesgo. Esto es algo que los economistas conservadores no entienden. Que en muchas situaciones de ajuste económico, lejos de ser antiinflacionarios se terminan tornando inflacionarios como usted lo acaba de describir. Porque el sector pymes que no tiene otra alternativa, si está en una cadena más o menos concentrada va a responder con suba de precios.
-¿Va a llegar a la segunda vuelta?
-Nosotros creemos que sí, pero lo vamos a ver. Falta poco tiempo.
FUENTE: LANACION