“Señor apostador: a partir del 1 de octubre sólo se sorteará en horarios vespertino y nocturno. La apuesta mínima pasa a ser de $ 15 por renglón y $ 50 por boleta”. Los agentes de Quiniela tucumanos adornaron ayer sus negocios con esta inscripción y otras similares después de que la Caja Popular de Ahorros decidiera un cambio temporal en su popular juego de azar. Como anunciaba aquel cartel, en lugar de haber seis sorteos de Quiniela por día (matutino, vespertino, de tarde, nocturnos y dos revanchas), ahora ocurrirán dos. El horario vespertino será a las 14.30 (de lunes a sábados) y el nocturno a las 22.30, de lunes a viernes, y a las 21.30 los sábados.
José Díaz, interventor de la Caja Popular de Ahorros, anunció que la institución decidió retornar a la aplicación tradicional del juego de Quiniela hasta que termine de informatizar su sistema. “Desde ahora, el comprobante de la apuesta, en lugar de emitirse por una máquina similar a un posnet, deberá ser completado de manera manual. Pero esta modalidad se aplicará sólo durante seis meses o un año”, aclaró.
Los premios por cada peso apostado ascienden a partir de hoy a $ 7 (a una cifra), $ 70 (a dos cifras) $ 400 (a tres cifras) y $ 3.500 (a cuatro cifras).
La Caja los abonará 24 horas después de cada sorteo. Díaz destacó que el Estado destina los ingresos del juego al bienestar de la comunidad: “esta institución ayuda a alimentar a 24.400 niños en colaboración con varias ONG (organizaciones no gubernamentales). Y durante el último año le aportó $ 280 millones al Sistema Provincial de Salud”.
Entretanto, Valeria Romero, agente de Quiniela del microcentro, transmitió la inseguridad de los trabajadores del rubro. “Todavía no sabemos cómo va a responder el cliente, pero calculamos que las ventas van a bajar alrededor del 30 % durante los primeros días”, pronosticó. Además, Romero contó que, aunque se dedica a esto desde hace 10 años, no conoce el sistema de libreta. “Parece que es una cosa engorrosa. Y además vamos a tener que cerrar antes para tener tiempo de preparar los comprobantes y llevarlos a la Caja”, se quejó.
$ 7
Por peso apostado a una cifra pagará la Caja. Dará $ 70 a dos cifras, $ 400 a tres y $ 3.500 a cuatro.
$ 15
La apuesta mínima por renglón asciende a esa cifra. El mínimo por boleta queda en $ 50.
Nuevos horarios
Vespertino: se sorteará a las 14.30 de lunes a sábados.
Nocturno: será a las 22.30 de lunes a viernes y a las 21.30 los sábados.
“El objetivo es poner a la Caja en el siglo XXI”
Hasta ayer las máquinas de carga de datos de los sorteos de la Quiniela de Tucumán dependían de la empresa Ivisa, que también opera en Mendoza y San Juan. El interventor de la Caja Popular de Ahorros, José Díaz, informó que anuló la concesión debido a fallas en el sistema y falta de información confiable. “Ha habido algunos inconvenientes que han motivado la decisión de volver a la carga manual hasta que tengamos nuestro sistema automático”, explicó.
De acuerdo con Díaz, el tiempo no debe ser la principal variable a tener en cuenta a la hora de generar un sistema transparente de juegos de azar. “Nosotros le damos importancia al proceso de mejora de la institución. El objetivo es poner a la Caja en el siglo XXI, pero eso lleva tiempo”, justificó.
Además, el interventor desestimó las quejas de los agentes. “Los concesionarios de Quiniela son subordinados dentro del esquema de la Caja y han sido notificados en tiempo y forma. Cuando decidieron trabajar en esto aceptaron las reglas, y la carga de juego manual está contemplada dentro del reglamento de Quiniela”, sentenció.
QUEJAS DE LOS AGENTES QUE DENUNCIAN QUE CON ESTA MEDIDA SE FOMENTA EL JUEGO CLANDESTINO
La presidenta de la Cámara de Concesionarios Oficiales de Quiniela de Tucumán, María Volpi, advirtió que la carga manual de la Quiniela fomentará el juego clandestino y fundirá la actividad antes de que se implemente un nuevo sistema electrónico. “Esto nos pone en desventaja con la quiniela clandestina, donde no tenés un tope mínimo y cobrás en el acto”, protestó.
Para Volpi, con esta decisión los mayores perjudicados son los concesionarios de Quiniela. “Es prehistórico, es volver del e-mail a la máquina de escribir. Hay muchos puntos que se pudieron abrir gracias a la tecnología: Burruyacú, Leales, cada uno de los pueblitso desde donde ahora van a tener que viajar 40, 50, 80, 100 kilómetros con un sobrecito. Esos puntos en seis meses van a desaparecer”, pronosticó.
Además, la presidenta denunció que las autoridades de la Caja Popular no han dado explicaciones: “la empresa Ivisa tiene la concesión de la automatización del juego desde el año 99 y siempre trabajó bien. Y no nos dicen desde cuándo vienen las irregularidades o en qué consisten”, protestó.