El exmandatario es uno de los integrantes del grupo latinoamericano. Qué opina de los movimientos judiciales contra Lula y Correa. Expectativas con Argentina y crisis en Venezuela.
o primero es dejar en claro que este encuentro no tiene la pretensión de ser una cumbre, porque no es una reunión de gobiernos sino simplemente una organización de referentes, un grupo de amigos identificados en torno a una misma idea progresista para América Latina”, señala a PERFIL Ernesto Samper, ex presidente colombiano (1994-1998) y secretario general de la Unasur (2014-2017). Será uno de los protagonistas en los debates de hoy y mañana en el Hotel Emperador. —¿Qué meta se fijaron para esta segunda reunión? —Hay varios platos fuertes: el primero tiene que ver con la judicialización de la política que se vive en la región, con casos como el de Lula da Silva y el de Rafael Correa. Y también se va a hablar sobre las posibilidades de evitar la superposición de mecanismos y competencias entre los mecanismos de integración para avanzar así en una suerte de OEA sin Estados Unidos y Canadá, algo parecido a la Celac, pero más fortalecida, con una secretaría ejecutiva más deliberante y un fuerte apoyo técnico detrás. —¿Cómo lidian con las expectativas que despiertan? —La verdad es que el grupo ha crecido demasiado rápido, más allá de la expectativa que teníamos en la reunión de Puebla hace unos meses. Hay mucha gente interesada en participar, de que el grupo opine sobre distintas circunstancias. Creo que no debemos cometer el pecado de un exceso de crecimiento. Lo que prima ahora es organizar la tarea que cumple el grupo como agitador de opiniones progresistas y estudiar una propuesta de racionalización porque el grupo está dando sus primeros pasos. —Dicen que una de las condiciones para ser miembro es responder los mensajes de WhatsApp, ¿es así? —(Ríe) Nos cuesta más trabajo a quienes venimos de más atrás pero sí, nuestro sitio de encuentro digital es un chat que tenemos entre todos, donde expresamos nuestros acuerdos, desacuerdos, el que tiene alguna opinión, pues, la sube, y si hay una declaración, se circula a través del chat. Para mí ha sido muy sorprendente esta posibilidad de contacto inmediato con personas con las cuales, en otras circunstancias, demoraríamos meses en reunirnos. —¿Debaten en el chat? —Sí, hay de todo. Es un chat democrático. —¿Qué expectativa pone el grupo en Alberto Fernández? —Alberto mismo ha señalado que Argentina debe ocupar el lugar de líder que jugó Brasil en los últimos años porque su ausencia es notoria. Su papel para unificar la región, representarla internacionalmente, acercarla al sur, abrir las puertas a un relacionamiento con Africa, todos esos sueños que prácticamente han desaparecido con la presencia agresiva de Bolsonaro en el escenario. Todo eso ha tocado la fibra y el corazón de personas como Alberto Fernández para llenar ese espacio y ejercer un liderazgo positivo en sintonía con López Obrador. Yo diría que las relaciones internacionales en América Latina deben desideologizarse pero también deben repolitizarse, volver a hablar de política en el buen sentido, no el de la confrontación. —¿Por qué le resulta tan difícil al progresismo el tema Venezuela? —No hemos querido caer en la trampa de tomar partido a favor de una persona o en contra de otra. Pero sí tomamos postura luego de una discusión muy amplia y profunda en Puebla respecto de la salida que requiere Venezuela, que no es la militar ni la del ahogamiento económico. Es una salida a las buenas y no a las malas, basada en el diálogo, y yo agregaría, personalmente, con una elección anticipada de todos los poderes para ser relegitimados por el pueblo. (Fuente www.perfil.com).