Un refrán dice que el poder no cambia a las personas; las muestra como son. Pero ¿qué pasa cuando pierde el poder alguien que fue muy cuestionado por sus actos públicos? Ahora en Salta lo saben: se vuelve un miserable.
A Jalit, que se jactó en público de ser “muy inteligente” hablando de las habilidades que había que tener para “robar”, le falló el sentido común y dejará en todos los salteños el más nefasto de los recuerdos tras 16 años de oportunidades que le dio el pueblo para ejercer el gobierno municipal de Pichanal.
Los vecinos de los parajes rurales de la comuna, quienes nunca accedieron al servicio de agua potable corriente, y siempre dependieron del reparto del líquido en camiones cisterna, se están muriendo de sed. Están desesperados con el agravante del infernal calor que padecen en el norte, lo que hace al agua más vital todavía en esa ardiente región.
Desde La Estrella y El Carmen enviaron un comunicado: “Toda la gente de la zona rural de Pichanal se encuentra sin agua potable porque el intendente Jalit decidió no mandarnos más agua porque dice que no lo apoyamos y por eso perdió las elecciones. Por este motivo nos vimos obligados a realizar un corte de ruta para ver si así nos hacen llegar el camión cisterna con agua porque nos vamos a morir de sed. La falta de agua es un problema que tenemos de toda la vida, pero al menos nos mandaban el camión. Es el castigo que nos pone Jalit por haber perdido las elecciones según nos han dicho en la Municipalidad hace 10 días cuando fuimos reclamar”. El comunicado agrega: “Suplicamos que nos den agua, es la obligación de ellos proveernos ya que no han hecho obras nunca”.
Usados, ignorados en sus necesidades más básicas por años, los pobres de Pichanal han demostrado una virtud trascendental: la dignidad.
Por otro lado, al final del año lectivo los estudiantes tienen otro problema inesperado.
Matías, un estudiante del Profesorado de Educación Especial de Embarcación contó: “Fui a la Municipalidad de Pichanal a retirar los boletos gratuitos, porque el decreto N° 2.574/14 de la Ley N° 8.030 dice que es para todos los estudiantes de la Provincia de Salta, y me dijeron que no. Miré la planilla y estaba tachado mi nombre y apellido con un color flúor. Me privan de algo que me corresponde por ley. Ya somos 12 chicos a quienes nos negaron los boletos”.
fuente: contexto
DESPUES LOS MALOS SON LOS ALUMNOS
Los zombies politiqueros estan cada vez mas dementes