Desde el día 1 de su campaña política, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, puso a la lucha contra la corrupción como bandera. Sin embargo, a medida que comenzó a pasar el tiempo y una vez ya avanzado su gobierno, sus causas de corrupción y las de su familia comenzaron a brotar del suelo. Esta es la última: allanaron inmuebles en Río de Janeiro pertenecientes a Flavio Bolsonaro, el hijo mayor del mandatario, a quien acusan de haber sido el supervisor de varias operaciones de corrupción durante los últimos años. Brasil está en ebullición.
Los últimos meses no fueron nada fáciles para el presidente brasileño, Jair Bolsonaro. Su opositor político, Lula da Silva salió de prisión, la economía no remontó, su partido político se terminó de quebrar y en el país vecino asumió como presidente, el nuevo gobierno de la centro izquierda argentino, Alberto Fernández. Aunque este miércoles 18/12 reapareció otro problema que se mantenía callado en el escenario político de Brasil, novedades en el caso de corrupción que involucra a toda la familia Bolsonaro: el caso Queiroz.
Recordemos que Fabrício Queiroz, un amigo de Jair Bolsonaro desde mediados de la década de 1980, fue el foco de lo que podría ser el caso de corrupción más grande de la era Bolsonaro. El mismo ya está siendo investigado, desde fines de 2018, por tomar parte de los salarios de los miembros de la Asamblea Legislativa. Además el informe detalla el depósito de un cheque de 24.000 reales (US $6403) en la cuenta de la primera dama, Michelle Bolsonaro. Aunque esto no fue todo ya que a principios de 2019 se registró la presencia de una funcionaria fantasma o “naranja” como dicen en Brasil.
La hija de Queiroz, Nathalia Queiroz, supuestamente habría trabajado durante casi dos años como como asesora parlamentaria del actual presidente cuando era diputado, aunque en realidad trabajaba como personal trainer en Río de Janeiro, ya que en momentos que tendría que haber estado en Brasilia, publicaba fotos en redes sociales con sus clientes. Aunque eso no es lo más grave, ya que en la causa de corrupción también está incluido Flavio Bolsonaro, el hijo mayor del presidente, así como su ex esposa, Ana Cristina Valle.
Lo que sucedió este miércoles 18/12, acaparó todas las miradas porque una gran operación se desató en Río de Janeiro cuando la Fiscalía ordenó allanamientos en las casas de algunos e los objetivos de las cusas, entre ellos los nombrados anteriormente. Aunque como dijimos anteriormente, las primeras sospechas y vínculos entre la familia presidencial y Queiroz ocurrieron a principios de 2018, antes de la asunción de Jair Bolsonaro. Aunque la gran pregunta del millón es: ¿de qué se lo acusa a Flavio? Simple, de ser quien supervisaba una operación millonaria de lavado de dinero.
Según las acusaciones formales, Flavio Bolsonaro estuvo a cargo durante 15 años de una chocolatería en Barra de Tijuca Río de Janeiro. La misma pertenece en un 50% al hijo del presidente y senador, pero a la vez un informe del Consejo para Control de Actividades Financieras (Coaf) señaló movimientos inusuales y millonarios en transferencias al propio senador. Por su parte Flavio mantiene el silencio, aunque desde la familia Queiroz se desentienden del caso prometiendo “colaborar con las investigaciones”.
Aunque también es importante destacar que desde que se reveló el caso, Queiroz padre, quien supuestamente controla la red de corrupción, no apareció públicamente a diario, ya que decidió resguardarse en San Pablo desde diciembre de 2018 para llevar adelante un tratamiento contra el cáncer. Sin embargo, todavía hay muchas incógnitas por resolver en cuanto al caso.
Aunque estas nuevas revelaciones llegan en un momento algo difícil para Jair Bolsonaro, como lo fue todo su gobierno hasta el momento. El presidente brasileño, ya fue atormentado retierdas veces por tramas de corrupción, algo que recordemos prometió que iba a combatir. Pero la más icónica fue cuando se dieron a conocer los mensajes de Telegram que reflejaban como el actual Ministro de Justicia y ex juez, Sergio Moro, direccionó el caso de Lula da Silva para que este vaya preso. Pero claro las relaciones de Bolsonaro con Queiroz ya no solo ponen en peligro a su gobierno, sino que también a toda su familia.
“Si Queiroz cuenta todo lo que sabe sobre la familia Bolsonaro, derribará al gobierno”, escribió en Twitter uno de los representantes de la izquierda brasileña, Gulherme Boulos.
fuente:URGENTE24