Las medidas de aislamiento impuestas por la demócrata Gretchen Whitmer se encuentran entre las más restrictivas del país. Pese a que la iniciativa instaba a sus seguidores a quedarse en sus vehículos, muchos bajaron de ellos y posaron con rifles de asalto frente a la gobernación
Miles de manifestantes -algunos de ellos fuertemente armados- se reunieron el miércoles en el Capitolio estatal de Michigan, en la ciudad de Lansing, para protestar contra la orden de permanecer en los hogares impuesta por la gobernador Gretchen Whitmer, bloqueando la circulación de las calles con sus vehículos.
Muchos de partícipes de la protesta incluso abandonaron sus automóviles y se congregaron en las escalinatas del recinto, violando las directivas de distanciamiento social impuestas por la mandataria regional.
La protesta, denominada “Operación Gridlock”, fue organizada por la Coalición Conservadora de Michigan y el Fondo de Libertad de Michigan. En la convocatoria se alentó a los manifestantes a concurrir y causar atascos en el tránsito, tocar sus bocinas y portar carteles para exhibir desde sus automóviles. Los organizadores escribieron en Facebook: “¡No se estacione y no camine; quédese en sus vehículos!”.
Sin embargo, muchos manifestantes a pie fueron vistos ondeando banderas estadounidenses, algunas escritas con la consigna “Don’t Tread on Me” (No me pisotees) y del presidente Donald Trump. De acuerdo con NBC News, también se vieron varias banderas confederadas.
También se oyó a los manifestantes cantar “¡Abre Michigan!”, en rechazo a las medidas de restricción de la circulación. En un momento, también gritaron “Enciérrenla”, en referencia a la gobernadora Whitmer y su deseo de encarcelarla para poner fin a las medidas. El cántico también trae ecos de la carrera presidencial de 2016, cuando los simpatizantes de Donald Trump lo entonaban para referirse a su rival, la demócrata Hillary Clinton.
“Podemos llevar a cabo esta manifestación y cumplir con las pautas de distanciamiento social”, dijo Marian Sheridan, cofundadora de la Coalición Conservadora de Michigan, en un comunicado publicado antes de la protesta. “Los ciudadanos están francamente cansados de ser tratados como bebés”. Y añadió: “Como adultos que somos, sabemos lo que hay que hacer para mantenerse a salvo”.
Una de las asistentes a la manifestación, que habló con medios estadounidenses en el lugar, dijo que no confiaba por completo en las recomendaciones de distanciamiento social hechas por “los supuestos científicos” como el doctor Anthony Fauci -máximo asesor de Salud de la Casa Blanca- y agregó que cree “muy firmemente en la inmunidad colectiva”.
Tom Norton, un republicano que se postula para derrotar al representante Justin Amash, quien dejó el Partido Republicano el año pasado y ahora se identifica como independiente, dijo por su parte que “la cura es peor que la enfermedad”, señalando el impacto económico de las cuarentenas, que se traduce en cierres en las pequeñas empresas y el potencial efecto en las tasas de depresión y suicidio.
En su conferencia de prensa del miércoles, Whitmer se dirigió directamente a los manifestantes que rechazan las medidas de distanciamiento social y autoaislamiento, diciendo que comprende su “frustración” y que está de acuerdo con que la gente se enoje.
Con todo, mencionó a los trabajadores de la salud y a aquellos que han perdido a sus seres queridos por el virus y dijo que los que protestaban debían entender cuán fácil puede propagarse la enfermedad. “Respeto tus opiniones”, dijo Whitmer, y agregó: “sólo los insto a que no se pongan en riesgo y tampoco pongan a otros en riesgo”.
También añadió que estaba “realmente decepcionada” de ver gente reuniéndose en las afueras del Capitolio sin usar máscaras faciales, como recomendó días atrás la Casa Blanca. También señaló las banderas confederadas que se agitaron en la manifestación y mencionó que una persona incluso estaba repartiendo dulces a los niños, todo lo que podría propagar la infección.
“Sabemos que esta manifestación puso en peligro a las personas”, dijo, y agregó que dicha actividad “pondrá a más personas en riesgo y podría prolongar el tiempo que necesitamos mantener en esta postura”, al respecto del distanciamiento social.
Sería una “triste ironía”, dijo Whitmer, al referirse a la posibilidad de que la manifestación obligue a un alargamiento de la orden de quedarse en casa.
La Policía Estatal de Michigan informó por su parte que entre 3.000 y 4.000 personas asistieron al evento. De acuerdo con el reporte oficial, “la protesta fue mayormente pacífica” y la mayoría “siguió el distanciamiento social”. Hubo un arresto, añadieron las fuentes oficiales citados por medios estadounidenses.
La protesta del miércoles fue motivada por la firma, la semana pasada por parte de Whitmer, de una de las órdenes más restrictivas destinadas a frenar la propagación de COVID-19 en Michigan, uno de los estados más afectados de la nación.
En efecto, se han confirmado más de 27.000 casos en el estado con al menos 1.700 muertes. En el condado de Wayne, hogar de Detroit, murieron 820 personas, según recogió la Universidad Johns Hopkins. El condado de Wayne, por su parte, tiene más muertes que cualquier otro condado en los EEUU fuera del estado de Nueva York.
La orden contenía varias disposiciones que eran impopulares entre algunos habitantes de Michigan, como la prohibición de los viajes dentro del estado a residencias de vacaciones y un endurecimiento de las restricciones comerciales que incluía a grandes tiendas que tenían que cerrar áreas “dedicadas a alfombras, pisos, muebles, centros de jardinería, viveros de plantas o pintura”.
Entonces, los legisladores republicanos estatales dijeron que la orden redujo innecesariamente las libertades y perjudicó a las empresas.
Pero la reacción republicana, de acuerdo con NBC News, también podría estar motivada por el hecho de que Whitmer, una demócrata, se convirtió en una líder visible entre los gobernadores que respondieron al brote de coronavirus, atrayendo la atención de Joe Biden y posicionándola como posible compañero de fórmula.
La crisis de Michigan se produce en medio de un debate nacional más amplio sobre cómo reabrir partes de la economía mientras se mantiene a raya el brote, que colocó a Estados Unidos como el país del mundo que registra la mayor cantidad de muertes, más de 26.000, con unas 609.500 infecciones reportadas.
FUENTE: INFOBAE