El Comité de Acreedores de la Argentina informó que no puede respaldar la oferta “unilateral” y piden al ministro que haya negociaciones de buena fe.
Un grupo de más de 20 instituciones acreedoras de títulos argentinos de deuda nucleados en el Comité de Acreedores de Argentina (ACC por sus siglas en inglés) informó este domingo que revisó la propuesta oficial de Martín Guzmán de reestructuración y que no puede respaldarla.
En un comunicado emitido hoy el Comité y otros bonistas consideraron que “las negociaciones de buena fe son el único camino para alcanzar una resolución sostenible de la deuda y que tales negociaciones de buena fe dependen del intercambio oportuno de información económica y financiera a futuro que debe estar sustentada en políticas económicas concretas y realizables”.
Al respecto, añadieron que esa información no estuvo disponible y que “el procedimiento seguido por la Argentina previo al anuncio de la oferta unilateral de reestructuración de los bonos quedó muy lejos de las expectativas de los bonistas, sin discusiones a conciencia”.
Este Comité integrado por fondos de inversión internacionales, fondos mutuos, administradoras de activos y compañías aseguradoras entre otros, descartaron la propuesta del ministro, tal y como anticipó este medio.
El razonamiento detrás del rechazo es claro: la oferta que les hace el gobierno les ofrece comenzar a cobrar dentro de 6 años el 95% del capital adeudado con una quita de intereses del 62% que recién comenzarán a ver dentro de tres años. Con el precedente judicial de la deuda Argentina en Nueva York, en igual lapso de tiempo podrían haberle ganado el juicio a la Argentina por la totalidad más punitorios por el incumplimiento más costas legales.
En este sentido, advirtieron que “Un regreso al abordaje de recurrentemente buscar descargar el ajuste sobre bonistas extranjeros -que en esencia representan el esforzado ahorro de los extranjeros- va a fallar como camino hacia solución sustentable de la deuda argentina, como ya quedó demostrado en el pasado”.
Hasta ahora los bonistas insisten en que están dispuestos a no cobrar en el corto plazo porque reconocen las dificultades inmediatas del país, pero no ceden ante la definición de “sostenibilidad” de la deuda de Guzmán que los obliga a perder 2 de cada 3 dólares de valor presente de sus activos a cambio de que Argentina comprometa solo 0,5% de su PBI a servir una deuda legítima.
Por consiguiente, el Comité concluyó que está dispuesto y pronto a “trabajar constructivamente con Argentina y los demás interesados en una solución negociada que refleje las exigencias de corto plazo y objetivos de sostenibilidad de más largo plazo”.
FUENTE: LAPOLITICAONLINE