ARÍS.- Ayer, luego de que se confirmara que París, capital de Francia, iba a repartir barbijos entre todos sus ciudadanos, desde la municipalidad anunciaron la detección de restos de coronavirus en el agua no potable.
En un intento por llevar calma tras la noticia, las autoridades aseguraron que por ahora “no hay riesgo” para el agua potable debido a que son “rastros mínimos” de Covid-19 los que se encontraron y a que esa agua es la que se utiliza para lavar las calles. El agua potable depende de otra red “totalmente independiente” y “se puede consumir sin ningún riesgo”, según anunciaron desde el municipio.
El laboratorio que trabaja para la red municipal de agua descubrió en las últimas horas cantidades mínimas de rastros del virus en 4 de sus 27 puntos chequeados. Tras ello, el municipio suspendió inmediatamente el uso de la red.
Debido a que se trata de un nuevo virus, las autoridades sanitarias tanto del país como del mundo van conociendo día a día las condiciones en que se manifiesta y los ambientes en los que sobrevive.
Mientras tanto, el gobierno de Francia se muestra optimista respecto de la batalla contra el brote. El número de ingresos hospitalarios continúa a la baja, pese a que el balance de muertos se acerca a los 20.000.
En estos momentos, los pacientes hospitalizados son 30.610. De ese total, 5744 se encuentran en cuidados intensivos con respiración mecánica. Estas cifras muestran “un muy lento descenso de la epidemia, aunque el número de personas hospitalizadas sigue siendo elevado”, indicó ayer el director general de Sanidad del Gobierno francés, Jérome Salomon, quien agregó: “El confinamiento, gracias al esfuerzo de todos ustedes, es eficaz, frena con fuerza la epidemia”.
Francia, cuarto país del mundo más afectado por la pandemia en número de muertos detrás de Estados Unidos, Italia y España, planea salir del confinamiento de manera progresiva a partir del 11 de mayo.
fuente: lanacion