El taxista Francisco Exequiel Molina, de 25 años, vivió una experiencia traumática el sábado en la madrugada, durante un asalto. Alrededor de las 3, un hombre y una mujer abordaron su vehículo en el cruce de avenidas Belgrano y Ejército del Norte, en la capital. Los pasajeros le pidieron al chofer que los llevara hasta Ecuador y Ejército, pero terminaron asaltándolo en el camino. Los ladrones se llevaron el vehículo que apareció a las pocas horas volcado y con graves daños.
“Era una pareja sospechosa la verdad, quizás en otro momento te llevás de la primera impresión y no los levantás; pero el viernes el turno noche venía mal y necesitaba recaudar algo de plata. Decidí correr el riesgo”, contó Molina.
Cuando ya se encontraban a pocas cuadras de llegar al destino que le habían indicado los pasajeros, la mujer sacó un cuchillo y se lo puso en el cuello al chofer, ordenándole que bajara del auto. “Me dijo: ‘bajá porque te mato’. Así de simple. Me bajé e intenté defenderme de los atacantes. Me hicieron unos cortes que por suerte no fueron profundos en el cuello, en las costillas y en el abdomen”, recordó.
El taxista mencionó que en el momento del ataque apareció en el lugar un tercer delincuente que vestía un buzo de la selección argentina. Ese desconocido comenzó a golpearlo e intentó encerrarlo en el baúl del auto de alquiler. “No lo logró porque me defendí. Ya me habían sacado todo y encima querían encerrarme en el baúl del taxi. Ni loco me subía, no se que me hubieran hecho. A ese hombre le peleé hasta que desistieron de encerrarme y se fueron”, explicó la víctima.
Los delincuentes escaparon con el taxi, algo de dinero y el celular de Molina. El joven chofer caminó de regreso hasta la avenida Belgrano. Allí se encontró con dos patrulleros de la división Motorizada y les explicó lo ocurrido.
La Policía tomó intervención y logró encontrar al poco tiempo el taxi VolksWagen Voyage volcado en la esquina de México y Thames, en el barrio Alberdi Norte. “Mirá si volcaban el auto conmigo dentro del baúl”, advirtió el taxista.
El vehículo tenía daños graves y quedó secuestrado para pericias. La denuncia quedó en manos de la comisaría sexta y de la Fiscalía especializada en Robos y Hurtos I.
“No sé si el auto sirve todavía siquiera. Es seguro que tendré que hacerlo pasar por un mecánico por los daños que tiene. No se como hicieron para darlo vuelta. Ese taxi era el ingreso familiar, me dejaron arruinado. Lamentablemente trabajar en las calles es así: salís de casa y no sabés si vas a volvés. Cuando te toca, te toca”; concluyó angustiado Molina. /fuente: CONTEXTO,La Gaceta