Aviones de la Armada y de la Fuerza Aérea lanzaron ese día unas 14 toneladas de bombas sobre la plaza.
El bombardeo del 16 de junio de 1955 a Plaza de Mayo, fue la antesala del golpe que derrocó al presidente Juan Domingo Perón en septiembre del mismo año.
La masacre de Plaza de Mayo dejó 308 muertos, la mayoría civiles, según estableció una investigación del Archivo Nacional de la Memoria (ANM) divulgada en el 2009 por el entonces secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde.
Sólo 12 de los fallecidos (4 por ciento del total) estaban adentro de la Casa de Gobierno, donde impactaron 29 bombas, de las que estallaron seis.
“El resto de las bombas, proyectiles y fusiles semiautomáticos FN de fabricación belga que los infantes de Marina estrenaron ese día estuvieron dirigidos a la población”, según el informe con las principales conclusiones de la investigación del ANM.
En “connivencia con sectores políticos y eclesiásticos”, las Fuerzas Armadas “descargaron sus bombas y ametralladoras” contra la población civil “como forma de implantar el terror y el escarmiento, para lograr la toma del poder”
http://https://youtu.be/nF1XDhWXXO4