De acuerdo con lo manifestado por fuentes policiales y judiciales, el domingo, alrededor de las 2.30 de la madrugada, un llamado telefónico alertó a los efectivos policiales de la Seccional 42 que se estaba desarrollando una fiesta clandestina en un inmueble ubicado sobre ruta 7.
Inmediatamente los uniformados se dirigieron al lugar. Al llegar, en el exterior observaron numerosos vehículos y se escuchaba música en alto volumen.
Los funcionarios policiales se comunicaron telefónicamente con el propietario, el cual manifestó que él no se encontraba en el lugar. Dijo que le había prestado la finca a un amigo, para que hiciera un asado en la noche del sábado, pero desconocía que aún se encontraban en su propiedad, por lo que autorizó el ingreso de los efectivos.
Cuando los policías entraron a la finca, los que estaban presentes en el lugar intentaron darse a la fuga. Dos hombres y una mujer salieron de la pileta y se internaron en una zona montuosa, mientras que el resto se puso a disposición de los uniformados.
La mujer que escapó era una funcionaria judicial que se desempeña en el Centro Judicial de Añatuya, la cual dejó abandonado su automóvil en la puerta de la propiedad.
Seguidamente los policías procedieron a identificar a cada uno de los presentes. El organizador era un productor agropecuario y entre sus invitados había comerciantes, docentes, con edades que oscilaban desde los 19 hasta los 41 años.
En la finca los funcionarios policiales procedieron al secuestro de un parlante, conservadoras con bebidas alcohólicas, así como también se retuvieron los autos y motos de los presentes.