El P. Donato Jiménez, de la Orden de los Agustinos Recoletos, explicó en qué consiste y cuál es el propósito del ayuno para los cristianos, especialmente en tiempo de Cuaresma y el Viernes Santo durante la Semana Santa.
El P. Jiménez explicó a ACI Prensa que el ayuno “es una forma de abstenerse de alimentos corporales y es una forma de penitencia y de oración. Jesucristo practicó el ayuno en momentos importantes, cuando iba a la oración, cuando iba a elegir los apóstoles, en muchas ocasiones”.
“La Iglesia lo ha practicado desde el siglo IV de forma regular”, agregó el sacerdote.
El ayuno es “una forma de ayudar a la oración, de purificar nuestro cuerpo y así disponernos mejor para la escucha de nuestra oración por Dios”, dijo el P. Jiménez.
El tiempo de Cuaresma y Adviento se realiza “especialmente martes y viernes, como tradicionalmente se hacía en muchas comunidades” y en la actualidad la obligación del ayuno se mantiene “el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo”, manifestó
El sacerdote precisó que el ayuno debe ser un solo plato al día o “dos o tres veces de una manera frugal. Ese sería el ayuno que quiere la Iglesia”, aseguró.
¿Quién debe ayunar?
Según indica el Código de Derecho Canónico, en su numeral 1252, la ley del ayuno obliga “a todos los mayores de edad (18 años), hasta que hayan cumplido cincuenta y nueve años”.
Sin embargo, el documento de la Iglesia exhorta a los pastores de almas y a los padres a que “también se formen en un auténtico espíritu de penitencia quienes, por no haber alcanzado la edad, no están obligados al ayuno o a la abstinencia”.
¿Quiénes no ayunan?
Además de los excluidos por la edad, no deben guardar ayuno aquellas personas con problemas mentales, enfermas, mujeres en gestación o que dan de lactar, obreros de acuerdo a su necesidad, invitados a comidas que no pueden excusarse sin ofender gravemente u otras situaciones morales o imposibilidad física de mantener el ayuno.
fuente: aciprensa