Cuando se dirigía a hacer la denuncia en la comisaría de Yerba Buena, Díaz se cruzó con un grupo de jóvenes que tenían puestas las prendas que le habían robado la noche anterior. Los sospechosos estaban a la par de una gruta del barrio. “Se fue corriendo hasta la comisaría para decir lo que estaba pasando. Le tomaron la denuncia, pero como no tienen móviles, los policías llamaron a otras dependencias de la zona para que les enviaran apoyo. Como se demoraban, él llamó a sus compañeros”, explicó Luisa, una vecina del joven que sufrió el robo.
César Pérez, de 23 años, quedó tendido en el suelo con un disparo de arma de fuego en el abdomen y en el glúteo. Allegados al herido persiguieron al joven que disparó el arma hasta que lo alcanzaron. Le estaban propinando una feroz paliza cuando llegó la Policía, que evitó que fuese linchado. Una de las personas que se encontraba en la turba les entregó a los efectivos una pistola nueve milímetros. Los uniformados llevaron al sospechoso hasta la comisaría, donde lo identificaron como Francisco González Gauna (29) y, al requisarlo, le encontraron la documentación que lo habilitaba a portar armas.
El herido, que tendría antecedentes por delitos contra la propiedad, fue trasladado hasta el CAPS de la zona y de allí derivado al Padilla, donde falleció ayer a la mañana.