El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden lideró un enorme festejo por el Día de la Independencia en la Casa Blanca que tuvo más de 1.000 invitados, entre los que se contaban a trabajadores esenciales y militares que asistieron con sus familias. Se trata del evento masivo más grande de su presidencia desde que asumió el cargo hace poco más de cinco meses.
“En este 4 de julio Estados Unidos está de regreso y tiene mucho que celebrar. Estamos entrando en un verano de alegría y de libertad, gracias a millones de estadounidenses que se vacunaron y a los trabajadores de primera línea que lo hicieron posible”, afirmó el presidente Joe Biden celebrando el Día de la Independencia homenajeando en el jardín sur de la Casa Blanca, entre hamburguesas y papas fritas.
Al respecto, los estadounidenses se amontonaron a lo largo del National Mall para asistir a los tradicionales fuegos artificiales a espaldas del Monumento a Lincoln, fue un espectáculo de fuegos artificiales de 17 minutos que el presidente admiró junto con la Primera Dama Jill. En tanto 43,6 millones de personas se pusieron al volante para el tradicional asado con amigos y familiares, un cinco por ciento más que el récord anterior establecido en 2019. Un signo de normalidad y éxito, que el presidente no dejó de resaltar incluso en vísperas de lo que volvió a proponer como “fiesta de la independencia del virus”.
“Más de 300 millones de vacunas administradas, subsidios (para apoyar la pandemia, NDR) entregado a más de 169 millones de estadounidenses, más de tres millones de empleos creados en la economía estadounidense desde que comenzó mi mandato. Hemos recorrido un largo camino, pero esto es solo el comienzo”, afirmó Biden. Un comienzo deslumbrante, con lo que parece ser un auge económico real, impulsado por la política de relanzamiento de la administración Biden y los planes de gasto público astronómicos: un PBI revisado al alza a más del siete por ciento para este año, un retorno al empleo galopando a una tasa de 850.000 puestos solo en junio, Wall Street que sigue batiendo récords, en un país que se recuperó antes y mejor que la casaca negra de la pandemia con más de 600.000 muertos.
Sin embargo aún queda mucho trabajo por hacer para el presidente, que por poco no cumplió con el objetivo anunciado de que el 70 por ciento de los estadounidenses recibieran al menos una dosis de la vacuna para el 4 de julio.
Tomará otros 10-14 días, pero mientras tanto el riesgo de la variante Delta, aquella surgida en India, se avecina y el ritmo de las inmunizaciones se está desacelerando, tanto que el doctor y especialista en virología Anthony Fauci advirtió que pronto podría haber dos Américas. Y si una encuesta reciente del Washington Post-ABC News promueve el trabajo de Biden como presidente (50 por ciento contra 42 por ciento), especialmente en el manejo de la pandemia (62 por ciento contra 31 por ciento), lo rechaza en otros dos temas clave que continúan dividiendo a Estados Unidos: la cuestión de la delincuencia en el país (38 por ciento lo aprueba mientas que el 48 por ciento no) y la inmigración en la frontera con México (33 por ciento tiene opinión positiva y el 51 por ciento negativa).
Imagen de Biden
Una encuesta difundida este domingo por el diario The Washington Post y la cadena ABC News reveló que un 62 por ciento de los estadounidenses calificó de forma positiva a Biden por el manejo de la pandemia. No logró los mismos resultados en temas como migración, donde apenas fue aprobado por un 33 por ciento, y su estrategia contra la criminalidad, que recibió el respaldo de apenas el 38 por ciento.
El sondeo mostró que solo el 60 por ciento de los encuestados dijo haber recibido al menos una dosis y entre los que aún no se han inmunizado, un 74 por ciento consideró “improbable” que se coloque una inyección.
FUENTE: MISIONESONLINE