En Tucumán aún estamos lejos de emprender el retorno a la normalidad, por lo que no se descarta una vuelta a las restricciones, que se fueron dejando de lado desde que la curva de contagios de la segunda ola dejó de subir para instalarse en una meseta.
La advertencia fue lanzada por Rogelio Cali, director de Epidemiología del Siprosa, quien describió la actualidad de la pandemia en la provincia como una curva amesetada, con un número alto de contagios, que oscila entre 900 y 1.000 por día.
A esto el especialista sumó la inminente llegada de la variante Delta, que con su mayor contagiosidad, puede provocar que esa meseta vuelva a ser una curva ascendente que ponga en peligro el sistema de salud.
Para el infectólogo, en Tucumán se observa en lineas generales un retroceso en la aplicación de las medidas personales de prevención, sin distanciamiento social, con proliferación de aglomeraciones, y la realización de reuniones sociales que exceden los límites establecidos.
A esto, Cali sumó la paulatina desaparición de los barbijos y de los sanitizantes en las puertas de comercios, bares y restaurantes. Esto se debe, según su análisis a un relajamiento de la sociedad que deriva del hartazgo, algo que, advirtió puede resultar muy peligroso.
El facultativo apuntó también a la falsa percepción de que el avance de la vacunación implica el fin de la pandemia, y lo hizo recordando que en países donde la inmunización avanzó mucho más que en el nuestro, tuvieron que volver a las restricciones ante el aumento de casos.
Sobre esto, el funcionario remarcó que no es la idea volver a las medidas restrictivas, pero será necesario si la gente no vuelve a las buenas prácticas de prevención, en especial la del distanciaminto social.
fuente:mspt