Las protestas, inéditas desde la década del ’90, durante la crisis que sobrevino por la caída de la Unión Soviética, derivaron en choques con fuerzas del orden y simpatizantes del régimen, llamados por el presidente Miguel Díaz-Canel a defender las calles ante la sospecha de incitación a la protesta desde fuera de la isla.
Sin un programa ni liderazgo definido, los manifestantes reiteran consignas de «libertad» y exigen cambios en el país, en medio de reclamos de una intervención humanitaria con el presunto fin de encarar los estragos de la pandemia.
En ese escenario se registraron disturbios y actos vandálicos que motivaron una serie de arrestos en el país, y al menos una persona murió en circunstancias no especificadas en un choque con la policía en La Habana.
Díaz-Canel admitió que existen razones para el malestar social, pero las achacó fundamentalmente al bloqueo económico, financiero y comercial que EEUU mantiene contra Cuba hace más de seis décadas, pero que se hace notar especialmente en la falta de insumos para combatir la pandemia de coronavirus.
fuente: misionesonline