Luis Romano, titular del Movimiento de Unidad Popular en Tucumán, y que esta alineada con el sector que lidera el gobernador Juan Manzur, lanzó una dura advertencia hacia la vereda de en frente, donde ubica a los dirigentes alineados con el vicegobernador Osvaldo Jaldo.
Según el dirigente, quien encabeza la delegación Tucumán de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte, el jaldismo, que recientemente perdió a dos de sus integrantes en la Legislatura, debe reconocer el peso político del bloque manzurista a la hora de conformar la mesa de conducción del cuerpo.
En lugar de eso, dice Romano, el bloque que responde a Jaldo se quedó con la presidencia subrogante y la vicepresidencia primera, cediéndola el cuarto escalón jerárquico del parlamento tucumano al bloque republicano que comanda Ricardo Bussi.
“Jaldo no puede ir en contra de su corazoncito bussista”, afirma Romano, recordando que el vicegobernador tiene en su entorno a varios dirigentes que en su momento estuvieron alineados con el ex gobernador Antonio Domingo Bussi.
Esto, entiende el titular del MUP, puede acarrear graves consecuencias contra el Poder Legislativo. “Hasta puede llegar a ser intervenido”, disparó Romano, con lo que la feroz interna oficialista comienza a amenazar con incidir en la vida institucional de la provincia.
Lo que debería saber Romano, es que para ganar la interna, hay que tener votos, y no actitudes golpistas contra las instituciones democráticas como es la legislatura donde están los directos representantes del pueblo tucumano.