El economista liberal obtuvo el 13,66% de los votos con el 98,65% de las mesas escrutadas y llevó a su fuerza a imponerse como la tercera opción en la ciudad de Buenos Aires
El candidato liberal Javier Milei fue una de las sorpresas de la elección de ayer, cuando su bloque, La Libertad Avanza, se impuso como la tercera fuerza más votada en la ciudad de Buenos Aires. “Es un excelente resultado para alguien que se inicia en la política y viniendo del sector privado, haciendo política por primera vez en su vida”, dijo el economista y tras ello se mostró cauto: “Pero los pies en la tierra”,
Ante el tamaño de su avanzada en las urnas y por la particularidad de ser un candidato que muestra una vehemente oposición a la política tradicional, Milei (que con un 98,65% de las mesas escrutadas obtenía un 13,66% de los votos) fue consultado por sus intenciones de ser presidente en 2023. Lejos de la furia que mostró anoche -cuando cantó eufórico “tiene miedo, la casta tiene miedo”- y durante toda la campaña, apeló a la cautela una vez más. “Con la inestabilidad económica y política de la Argentina cualquier cuenta hacia 2023 es profundamente irresponsable”, manifestó en Radio Con Vos.
Además, insistió en que al ser su fuerza “un espacio nuevo que acaba de hacer su primera elección, que encima es la clasificatoria” deben poner los pies sobre la tierra. “Tendría que dar otras pruebas a los argentinos para tener semejante responsabilidad. Como decía [Reinaldo “Mostaza”] Merlo, paso a paso. La situación es tremenda y si esto no se resuelve bien, puede ser muy doloroso, cualquier especulación más allá de la próxima elección me parece irresponsable de mi parte”, añadió en cuanto a la posibilidad de pretender llegar a la Casa Rosada.
Pese a esto, el liberal sostuvo lo que haría si fuese el presidente Alberto Fernández -el principal derrotado ante el traspié electoral- y trazó un paralelismo histórico con la crisis ocasionada en 1975 por Celestino Rodrigo y José López Rega. “Es urgente que la Argentina ponga las cuentas fiscales en orden porque el Rodrigazo se va a quedar chico”, vaticinó.
El economista asimismo destacó “un fuerte despertar por las ideas de la libertad” que se inició en los más jóvenes pero que logró ampliar luego la base de sustentación y analizó que la pandemia tuvo injerencia en el fracaso del oficialismo, con una extraña mesura que contrastó con el explosivo discurso que mantuvo antes de la contienda electoral.
“A casi todos los gobiernos que tuvieron que ir a elecciones después de la pandemia les ha ido mal y si pensás el caso argentino y el año pasado, donde podés tener la lectura más limpia, cayó el triple que el resto del mundo en actividad económica con las consecuencias tremendas en términos de empleo, deterioro de salarios reales, aumento de pobres e indigentes. Estuvimos entre los cinco países con mayor cantidad de muertos por millón de habitantes, por eso el relevamiento que hace Bloomberg de que la Argentina era el peor país y sigue siéndolo para pasar la pandemia”, describió.
Por último, indicó: “El resultado natural es que tenías que sufrir una tremenda paliza en las urnas y creo que es lo que pasó. Hay que leer estos resultados con mucho cuidado porque si no tenemos en cuenta ese factor, alguien va a creer que se corresponde a otra explicación”.