La audiencia judicial en la que se decidió que los tres policías, detenidos por haber ingresado a robar a una vivienda en Famaillá el fin de semana, pasen los próximos 90 días detenidos, sirvió también para que se conocieran más detalles sobre la banda de uniformados cuya existencia quedó en evidencia con los videos que se difundieron.
Incluyendo a los detenidos, los investigadores apuntan a un grupo de siete efectivos policiales, que ya habrían concretado varios allanamientos ilegales como el que se produjo en la casa de Jorge Nasif, quien el fin de semana denunció al cabo Gustavo Guillermo Fernández, acusándolo de haberlo entregado con sus colegas.
El supuesto informante fue detenido el miércoles por la tarde, tras haberse presentado a declarar ante la fiscal Mónica García de Targa, tras lo cual se precipitaron las aprehensiones de Bruno Carmelo Ciolfo, en Tafí Viejo, y Martín Darío Romano, en la localidad de Cevil Redondo.
Además trascendió que en la vivienda de uno de los efectivos policiales hallaron plantas de marihuana y que el primero de ellos está a la espera de un juicio en su contra por encubrimiento, relacionado con un caso de homicidio que data del año 2014 y que tiene como acusado a un compañero suyo.
A partir de los datos entregados por el dueño de casa y por los que surgieron del avance de la investigación, la fiscal cree que se trata de una banda de al menos siete integrantes, que se dedicaban a seleccionar un blanco, realizando tareas de inteligencia, para lo cual se valían de los móviles que les proporciona la fuerza de seguridad.
Todo esto derivó en que la representante del Ministerio Público Fiscal pida la imputación de los detenidos por robo triplemente agravado por el uso de armas, el lugar poblado en el que se produjo y sobre todo, por su condición de policías, subrayando que procedieron vestidos con los uniformes de la fuerza y empuñando las armas reglamentarias.