Debido a las intensas lluvias desatadas en la noche del sábado, son cientos de familias las que se vieron perjudicadas por la creciente en el caudal del Río Chico, en el sur de la provincia. Viviendas de las localidades de Santa Rosa, Santa Ana y Río Chico fueron sorprendidas en la madrugada cuando el agua llegó hasta más de un metro de altura.
“A las 11 de la noche llegó el primer golpe de agua. Y después vino otro que ya nos sacó de la casa porque no podíamos estar, me daba el agua acá”, dijo Elva Ruiz, señalando que el agua llegó hasta altura de su pecho. “Nos sorprendimos con la creciente porque la tormenta fue en un momento”, agregó la mujer que vive hace 56 años en la entrada a Río Chico, Santa Ana.
“Perdimos todo. La cama y los colchones los perdí, solo pude levantar dos heladeras y un lavarropas. Yo ya tento 80 años y mi hija es paciente oncológica, no podemos hacer fuerza. Gracias a unos chicos que vinieron y nos ayudaron a levantar salvamos algo”, detalló Elva, de 80 años de edad.
Consultada sobre las situaciones similares que le tocó vivir en su casa, ya que la historia indica que el sur tucumano padece año tras año en las épocas estivales, Elva contestó que “muchas veces” le tocó vivir esto. Y comparó: “Mis dos hijos más chicos ya son abuelos y cuando ellos eran chicos ya teníamos inundaciones; pero así como esta hace mucho tiempo no”.
“Hoy vamos a dormir afuera de nuevo”, comentó resignada. Además, Elva dijo que no se puede ir a otra casa, de algún familiar por ejemplo, ya que no faltan los ’amigos de lo ajeno’ que se aprovechan de las desgracias de los demás y roban lo poco que el agua les dejó.
“Les pedimos que hagan un buen trabajo. Que si llueve, nosotros podamos decie que vamos a dormir tranquilos. No dormimos antenoche, anoche y hoy tampoco vamos a dormir, ya no se puede”, lamentó Elva. / fuente:Vientos Tucumanos