Una catequista francesa con síndrome de Down compartió su testimonio en el Vaticano y agradeció no haber sido abortada.
“Al nacer, podría haber sido abortada. Estoy feliz de vivir (…) quiero a todo el mundo y doy gracias a Dios por haberme creado”, dijo esta religiosa francesa en el evento organizado por el Vaticano “La Iglesia es tu casa”.
La iniciativa, que se llevó a cabo en la tarde del 19 de mayo, convocó a alrededor de treinta participantes con diferentes discapacidades físicas, sensoriales o cognitivas que participaron en línea desde más de 20 países.
Los participantes reflexionaron en dos preguntas: “¿Cómo caminamos con Jesús y nuestros hermanos para anunciarlo?” y “para mañana, ¿qué pide el Espíritu a nuestra Iglesia para crecer en nuestro caminar con Jesús y con nuestros hermanos para anunciarlo?”.
Durante la iniciativa, hubo también cuatro testimonios procedentes de México, Ucrania, Francia y Liberia quienes alentaron a “superar la discriminación, la exclusión y el paternalismo”, explicó un comunicado oficial vaticano.
Por su parte, el secretario general del Sínodo de los Obispos, el Cardenal Mario Grech, confió “tengo una deuda con las personas con discapacidad” porque “fue uno de ellos el que me puso en el camino de la vocación sacerdotal” y concluyó que “si se descarta el rostro del hermano o hermana discapacitado, es la Iglesia la que se convierte en discapacitada”.
FUENTE:ACIPRENSA