Una niña de tan solo 13 años fue intervenida quirúrgicamente el día viernes luego de un ataque que le propinó un compañero y por el cual podría perder un ojo. El hecho sucedió el pasado jueves. El agresor le clavó un líquido corrector en el párpado, el contenido ingresó al ojo de la niña, lesionándole severamente el globo ocular. El médico que atendió a la pequeña le dijo a la familia que el ojo está muy comprometido. La mamá, en tanto, responsabilizó al colegio ya que en reiteradas oportunidades denunció ataques hacia su hija, pero nunca atendieron sus reclamos.
En una entrevista con Los Primeros, Adriana, madre de Camila, aseguró estar cansada de reclamar en la escuela por diferentes motivos vinculados a la hija. «He pedido que me la cambien de curso varias veces y no quisieron. Venía llorando, ya no quería ir, lloraba y lloraba», relató la mujer. Posteriormente, dijo que se trata del colegio San Carlos y añadió: «Digo todo esto porque no quiero que nadie pase por lo que estoy pasando».
Cuando solicitó el cambio de curso debido a que hija sufría constantes ataques, las autoridades del establecimiento le respondieron que la niña era una «caprichosa». Ante esa contestación, pidió por favor que se tomen medidas y preguntó: «¿Qué están esperando que le pase algo a mi hija?«. Pese a los reiterados y desesperados intentos de la mamá, las autoridades hicieron caso omiso de sus reclamos y ahora Camila lucha por recuperar su visión en el ojo dañado.
Sobre las agresiones, Adriana contó que «los compañeros, no todos, le quitaban las golosinas, le sacaban cosas de la cartuchera, la agredían verbalmente». Camila no le contaba nada de lo que sufría en el establecimiento porque no quería y prefería callar. Fue una compañera de la pequeña la que alertó a la mamá.
A la espera de una mejoría, la señora afirmó: «Voy a luchar por ella hasta el final. Nunca la voy a abandonar porque como mamá y familia la amamos«.
El hecho
El hecho pasó el día antes mencionada a las 9 de la mañana y recién a las 10 le avisaron a la mamá que la niña había sufrido un «pequeño accidente«. Cuando la mujer llegó al colegio ya la estaban bajando por la escalera con el parche en el ojo. Al verla, Adriana preguntó qué le había pasado y, según sus dichos, la preceptora respondió: «No es nada señora, un pequeño rasguño se hizo». Lejos de ser eso, el oculista la revisó y le manifestó que necesitaba operarla inmediatamente porque el líquido le hizo «estragos» en el ojo, por lo que la sometió a una reconstrucción de córnea.
El estado de la menor
De acuerdo a lo dicho por Adriana, la niña por ahora ve sombras. «Ella ve una cosa oscura y se pone mal y llora porque no quiere verse así«, lamentó. El médico le transmitió a la familia que el ojo está muy comprometido y en estos días la verá para saber los resultados del procedimiento. Lo cierto es que le da a la familia muy pocas posibilidades de recuperar la visión. Mientras tanto, la damnificada «se desespera por venir a casa. Está mal psicológicamente y muy triste por lo que le pasa y no quiere que nadie la vea así».
En el marco de la entrevista, señaló que por parte del establecimiento la llamo la vicedirectora y le dijo que se quedara tranquila y se abocara a su hija, que «después se vería qué medidas se toman en el colegio«.
Por el lado de la familia del agresor, la mujer comentó le mandaron un mensaje preguntando por Camila y diciendo que «hay que entender que era un juego de chicos y que ellos juegan así».
Situación judicial
Antonio González, abogado de la familia, confirmó que se trata de un hecho de bullying en un establecimiento educativo. Al respecto, explicó que el ataque constituye «un delito de lesiones». Además, aclaró que si bien saben que se trata de un agresor menor de edad, «vamos a buscar que se tomen medidas tutelares, asistencia psicológica y sobre todo para el establecimiento que tome estas medidas porque existe una Ley de Bullying a nivel nacional que establece que los colegios deben detectar los casos ante cualquier signo de acoso escolar».
Mientras tanto, la denuncia fue radicada hoy en la Comisaría Primera y está en manos de la Fiscalía de Decisión Temprana. «Al colegio le correspondería sanción por daño moral y físico. Por eso hay una culpa objetiva por parte del establecimiento, pero también hay negligencia por parte de las autoridades y la vamos a tratar de buscar en la parte Penal. Hay negligencia por parte de docentes y autoridades por no tomar las medidas ante un caso de bullying y vamos a tratar de probarlo por todos los medios, en la parte Penal y también Civil.
fuente: contexto