Una camioneta que oficiaba de transporte de caudales de una importante cadena de panaderías, fue asaltada el pasado lunes por la noche en la avenida Francisco de Aguirre y América.
El vehículo se detuvo debido a un presunto control policial y fue atacado. El conductor fue reducido y secuestrado.
Lo liberaron a las pocas cuadras, en la zona de San José.
Después, los delincuentes se llevaron la camioneta y abrieron la caja fuerte con una amoladora para llevarse un millón de pesos.
El vehículo fue descartado en un camino que conduce a Villa Nougués.
Según fuentes oficiales, la investigación está centrada en averiguar si se trataba realmente de efectivos de la fuerza o delincuentes que utilizaban el uniforme simulando ser policías.
La víctima radicó la denuncia correspondiente.
FUENTE: CONTEXTO