Rusia e Irán mantiene una relación compleja, pero que viene creciendo en el último tiempo. La Casa Blanca asegura que los iraníes facilitan “drones con capacidad de armas” a Moscú para combatir en Ucrania.
El Kremlin anunció que Vladimir Putin visitará Irán el próximo martes, el segundo viaje internacional del presidente ruso desde la invasión a Ucrania iniciada a finales de febrero. Hace dos semanas estuvo en la cumbre del Mar Caspio en Turkmenistán, donde se reunió con su par iraní Ebrahim Raisi para hablar de la alianza estratégica: Rusia e Irán son los países más sancionados del mundo y ambos buscan mecanismos para contrarrestar el aislamiento.
De hecho, Moscú ya superó a Teherán en número de sanciones y los funcionarios rusos vienen reorientando el futuro del país hacia los vecinos asiáticos. Sin embargo, Jake Sullivan, asesor de Seguridad Nacional del presidente Joe Biden, denunció que Irán prepara la entrega de “varios cientos de drones con capacidad de armas” a Rusia, lo que podría explicar el viaje de Putin a Teherán. En Moscú destacan que se trata de un encuentro que incluirá al presidente turco Recep Tayyip Erdogan.
Según la información oficial, los tres líderes discutirán la situación en Siria, aunque Putin y Raisi tienen otros asuntos que les interesa aclarar, en particular la forma de armonizar la relación bilateral. “La relación no es unidimensional. En algunos ámbitos compiten, en otros colaboran y en otros hay niveles de conflicto. En el tema hidrocarburos hay mucha cooperación y por el otro lado hay mucha competencia”, señala a LPO Paulo Botta, doctor en Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense de Madrid.
Un dato curioso al respecto es que el canciller iraní Hosein Amir Abdolahian acaba de ser recibido en Roma por las autoridades italianas. “Formalmente se habla del acuerdo 5+1”, indica el analista en alusión al pacto nuclear con Irán, “pero no es un secreto para nadie que de lo que se está hablando es del vínculo energético”. “Irán tiene casi las terceras reservas mundiales de gas. Que ingrese al mercado internacional no es una buena noticia para Rusia, que siempre quiso convertirse en la única fuente de energía”, continúa.
Pese a las sanciones en su contra, Irán se está transformando en una alternativa al gas ruso. Quizás sea este punto el que moleste a la Casa Blanca, a pocas horas de que Biden inicie una gira por Israel y Arabia Saudita que tiene por objetivo acercar a sus aliados en Medio Oriente para formar un frente anti Irán. Si bien la hostilidad entre Washington y Teherán se mantiene, la administración demócrata confía en que un acuerdo nuclear con los iraníes es la mejor forma de contenerlos.
Sullivan apenas proporcionó información acerca de los drones, pero lo cierto que es Irán exhibió a finales de mayo una base subterránea secreta de aviones no tripulados. “Es probable que Irán tenga una tecnología bastante desarrollada. A partir de 2011 han caído un par de drones norteamericanos en Irán y, según los iraníes, han podido hacer ingeniería inversa. Ahora cuenta con la capacidad de fabricar drones para tareas de vigilancia, inteligencia y con algún tipo de armamento, aunque no es información pública. Se puede saber por inferencias de carácter técnico”, dice Botta.
Con todo, el experto en el llamado Gran Medio Oriente explica que “sería una novedad” que Irán proporcione drones a Rusia “porque nunca se ha dado el caso que le venta armas, más bien hemos visto lo inverso”. Los dos países descansan en un acuerdo estratégico por 20 años que contempla el intercambio comercial y la seguridad. Sin los detalles, las especulaciones abonan las declaraciones de Sullivan.
El caso es que Rusia sigue avanzando en el Donbás y los soldados de Putin buscan hacerse con la zona de Járkov y extender la ocupación en el este ucraniano, es decir, Rusia podría o no usar drones iraníes en la guerra, como afirma Sullivan, pero en realidad recurre a Irán porque le preocupan los efectos de las sanciones occidentales en la economía. El comercio bilateral se triplicó hasta sobrepasar los 3.000 millones de dólares. Putin y Raisi proyectan un mundo a espaldas de Europa y Estados Unidos.
Después de todo, Rusia e Irán comercian en sus propias monedas, un mecanismo que inspiró al Kremlin a la hora de elaborar un Swift rublo-rupia con India, y tienen experiencia acumulada en desenvolverse a pesar de las sanciones. China, sin embargo, es la potencia que saca provecho de las desventuras de sus aliados.
“Para la economía iraní es mucho más importante Asia que Europa y EEUU. Irán está hoy más cerca de la esfera de influencia china. Y Rusia ha repetido el esquema de 2014: después de las sanciones por la anexión de Crimea, se recostó energéticamente en China, que es el gran ganador en términos de vínculos geopolíticos y hacer negocios con Rusia e Irán sin competencia, porque las empresas norteamericanas y europeas se autolimitan de hacer negocios allí”, apunta Botta.
Rusia estabiliza su economía pero alertan que sentirá el impacto de las sanciones los próximos meses
El escenario está lejos de ser el ideal para Moscú y Teherán y, debido a las presiones internas y externas, probablemente no lleguen al fondo de sus diferencias respecto a Siria, donde ambos apoyan al dictador Bashar Al Assad, aunque las tropas rusas dejan a Israel repeler los ataques de los iraníes desde territorio sirio. Pueden medir su poder en Siria y hasta disputar el liderazgo, pero la prioridad es capear las sanciones y definir un rumbo para las próximas décadas.
El analista explica la discusión “sobre el flanco oriental entre la dirigencia iraní, con una parte que piensa que lo mejor para Irán es dejar de estar tan centrado en Occidente y mejorar los lazos con los países orientales”. “Todo lo que genere mayores vínculos con estados no occidentales es una buena noticia para un sector de la diplomacia y del sistema militar iraní. Irán está pasando por una situación económica gravísima y hay pocos lugares hacia donde ir”, asegura.
Es el camino que ensaya Rusia desde que Putin ordenó la invasión a Ucrania hace más de cinco meses. Moscú y Teherán no revelaron qué discutirá sus líderes por debajo de la agenda oficial, aunque con seguridad darán indicios acerca de los próximos pasos en ese mundo alternativo que ya están construyendo, lejos de las sanciones de Europa y Estados Unidos y más cerca del amparo de China.
fuente:lapoliticaonline