La búsqueda de Manuel Mohamed tuvo un trágico final, el hombre que estuvo desaparecido durante cinco días fue hallado sin vida a la vera de la ruta nacional N° 9, cerca del puente del río Tapia.
Ahora la investigación está centrada en establecer que sucedió, cómo y cuándo fue el crimen del anciano.
La autopsia revelará la causa de la muerte, pero los primeros indicios señalarían que el abuelo de 79 años habría sufrido fuertes golpes en la cabeza, cerca del cádaver encontraron una piedra con manchas de sangre.
La fiscalía que investiga los hechos confirmó que en el volante y en la palanca de cambios del auto de la víctima había rastros de sangre humana, ahora se realizarán las muestras comparativas para determinar si pertenecen a Mohamed o alguno de los dos sospechosos de este crimen.
De testigo a sospechoso
Durante la mañana del miércoles, horas previas al hallazgo del cuerpo de Mohamed, un hombre decidió romper el silencio y habló con Los Primeros para confirmar que él había visto por última vez al septuagenario que todo Tucumán estaba buscando y que él también fue el que dejó el auto estacionado en el pasaje Roberto Berho al 50.
El fiscal Ernesto Salas López, realizó tareas de inteligencia y determinó que, en principio el testigo, era Luis Váldez, guardia de seguridad que reside en la zona, pero con el correr de las horas la situación de este hombre se complicaría y pasaría a ser uno de los sospechosos del homicidio.
Los investigadores de Trata de Personas, Delitos contra las Personas, sospecharon que al sentirse acorralado decidió contar su versión en una realizada por Omar Nóblega. Valdez detalló en la entrevista telefónica que había acordado un encuentro con Manuel Mohamed, con quién habría tenido desde hace 5 meses una relación muy cercana y contó el recorrido que hicieron el viernes antes de la desaparición del anciano.
También contó que cuando lo vio por última vez, el jubilado que fue asesinado estaba acompañado por otro hombre que tenía un tatuaje en la mano, que se encontraron en Francisco de Aguirre y Ruta 9 y se dirigieron a un predio que está detrás del complejo de Smata, cercano a Los Pocitos donde terminó enojándose por una propuesta que le hicieron y que rechazó. De allí, se dirigieron al barrio Sibantos, de Las Talitas, donde lo dejaron. Luego relató que se llevó el Fiat Cronos porque el hombre no regresaba, tal como él se lo había prometido.
El relato del testigo, en base a las pruebas que hay en la causa, no se ajustaría a lo que realmente pasó. El hombre dijo que, como se lo había pedido Mohamed, dejó el vehículo estacionado en la Balcarce al 2.300 y colocó la llave debajo de una de las ruedas traseras para que él la usara cuando regresara de su encuentro con el desconocido. También reconoció que al otro día fue él quien trasladó el auto al pasaje Berho primera cuadra sin explicar los motivos. En las imágenes que tomó una cámara de seguridad de la zona, quedó registrado que un hombre se aproxima al vehículo con llave en la mano y que lo abre utilizando este dispositivo.
El sospechoso indicó además que estacionó el Fiat Cronos entre las 20.30 y las 21.30 del viernes, pero en las imágenes queda demostrado que lo hizo antes de las 19, cuando todavía era de día. Por estas dos razones los investigadores sospechan que sus palabras podrían ser en realidad una versión para tratar de desvincularse del crimen.
Valdez fue entrevistado por personal de la fiscalía que está subrogando Salas López. Allí, según trascendió, habría repetido algunos puntos y ampliado otros. Por ejemplo, identificó al supuesto acompañante de la víctima como un tal “Carlos”, pero no pudo precisar más detalles. La Policía ya lo habría identificado por el tatuaje que tiene en la mano.
Las próximas horas serán decisivas para que se concreten algunas aprehensiones y también para que las pericias realizadas hasta el momento den precisiones sobre lo que sucedió con este crimen.
fuente:losprimeros