Fue con un durísimo alegato en el juicio por la corrupción con la obra pública en Santa Cruz. Acusó a la vice de jefe de la asociación ilícita.
El fiscal Diego Luciani pidió la inhabilitación perpetua de Cristina Kirchner para ejercer cargos públicos en el marco de la causa por corrupción con la obra pública en Santa Cruz y pidió 12 años de prisión para la vicepresidenta.
Luciani dijo que no encontró “un solo atenuante” para la pena contra la vicepresidenta, a quien consideró “jefa” de la asociación ilícita por las obras cedidas al empresario Lázaro Báez.
El fiscal expuso un listado extenso de las agravantes de la pena por los delitos de asociación ilícita y fraude a la administración pública.
En su tramo final de las nueve jornadas del alegato, Luciani consideró que “el orden público ha sido trastocado por funcionarios públicos de alta jerarquía” y que la trama de corrupción por la que acusó es la “mayor de la historia”. Como medida adicional a las penas y la inhabilitación, el fiscal reclamó el decomiso de todos los bienes de las empresas del Grupo Austral y de todas las estancias de Báez y sus allegados.
Pero también reclamó que se extraigan testimonios (impulsen nuevas investigaciones) sobre las empresas que -según su concepción- contribuyeron a favorecer las maniobras de adjudicación irregular a las firmas de Báez que consolidaron el delito reprochado. También pidió que se investiguen eventuales delitos que pudieran surgir de la información obtenida de los teléfonos de José Francisco López, donde aparecen menciones al diputado del Frente de Todos, Máximo Kirchner.
Finalmente, el fiscal le contestó al presidente Alberto Fernández, a quien le atribuyó una “injerencia indebida” sobre el Poder Judicial. En ese sentido, le refutó la afirmación de que las decisiones políticas de gobierno no son judiciales y le respondió: “todos los actos del Poder Ejecutivo son revisables por el Poder Judicial”.
Además, le recordó que cuando fue jefe de Gabinete de los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner “renunció al cargo de jefe de Gabinete fue lo que estaba ocurriendo con la obra pública en Santa Cruz”.
En cambio, ahora varió y omitió aquella postura “para defender puerilmente a su compañera de fórmula”. Luciani cerró su alegato casi en tono político, condenando la corrupción y asegurando que si se hubiera evitado la trama delictiva que le reprocha al ex matrimonio presidencial “los sectores más vulnerables” tendrían una calidad de vida mejor.
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fuente:lapoliticaonline