Clave en el encuentro con Lipton. Es una base tributaria imponible de 100 mil millones de dólares. Cambiaría por completo el marco fiscal.
Sergio Massa le pedirá el lunes que viene a David Lipton, principal asesor de la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, que el gobierno de Joe Biden le ordene al IRS (organo recaudatorio de EEUU) que active un convenio de colaboración con la AFIP para que este organismo le cobre impuestos de bienes personales a las cuentas no declaradas de argentinos en este país. Según le dijo Massa en la noche del martes al asesor de la Casa Blanca, Juan González, se trata de una base imponible de 100 mil millones de dólares.
El IRS tiene este convenio con más de setenta países. Tiene funcionamiento y aplicación automática, o sea, no es preciso enviar requerimientos concretos para cada caso. Massa le quiere proponer a Lipton la firma inmediata como evento ineludible para que Argentina pueda cumplir su acuerdo con el FMI.
Con este mecanismo la AFIP procederá de modo unilateral sobre los contribuyentes argentinos una vez que tenga el acceso la información fiscal del IRS. Los técnicos de la AFIP y del IRS ya terminaron todos los protocolos técnicos para el intercambio de información en las última semanas, sólo falta la decisión política de la Casa Blanca para que se active.
El ministro de Economía cree que de lograr ese movimiento habrá repercusiones inmediatas de corte presupuestal en Argentina y que la brecha cambiara se puede reducir de modo drástico hacia el primer trimestre del año que viene.
Este acuerdo de cooperación tiene seis años de existencia. La conversación la activó Cristina Kirchner, la firma la hizo Mauricio Macri y ahora Massa pretende que se implemente. Hoy miércoles la AFIP, la Cancillería y el Ministerio de Economía publican reglamentación en este sentido.
Según pudo conocer LPO, Massa le dijo a González que EEUU debe evitar a toda costa seguir siendo la guarida fiscal de un sector de la población argentina. “No es propio de repúblicas que funcionan”, deslizó el ministro en la cena en la sede diplomática argentina, en Dupont Circle.
El comentario fue acompañado del recuento de lo que la guerra le ha costado hasta el momento a la Argentina: se perdieron 6000 millones de dólares de derechos de giro de Rusia y 3000 millones del swap chino por las sanciones interpuestas desde el FMI a los países ni alineados con la política de la OTAN en Europa. Un modo sutil de señalar que si bien Argentina se alínea con Washington, es una sociedad que tiene sus costos y que Massa prefiere optar por el multilateralismo.
Y no es una un comentario fugaz: el ministro de Economía le dijo a González que antes de fin de año, probablemente en octubre, estará en Beijing.